19 febrero 2015

Carta abierta Luis Ernesto Ruíz Martínez.

Carta abierta Luis Ernesto Ruíz Martínez.

                                                                    18 de febrero de 2015

Profesor de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "José de la Luz y Caballero, Holguín por su texto La #USAID sigue metiendo “sus agentes” en #Cuba publicado el 13 de febrero del corriente en su blog Visión desde Cuba.

Amigo, a pesar de que el blog no es un medio oficial, exige en los complejos tiempos que corren de mucha responsabilidad y más cuando quien escribe es un profesional de la educación cubana y  alude a personas e instituciones que usted no conoce, ni su historia ni su prestigio internacional, o al menos no quiere reconocer.
Lamentamos mucho la ligereza para publicar y emitir juicios sin basamentos. Queremos creer que no hay malas intenciones ni trastiendas en su artículo lleno de imprecisiones y falsedad . Vemos que es un profesional responsabilizado de la educación y, como tal, debe ser más cuidadoso a la hora de juzgar cuestiones tan ajenas a su universo.
Por honestidad profesional debe comprobar y rectificar  lo afirmado luego de nuestra respuesta.
Venga y vea. Nuestros archivos están abiertos para usted y para cualquiera que lo desee. No tenemos nada oculto, nuestros asuntos se consideran a la luz pública. Los Cuáqueros o Amigos nos caracterizamos por ser "hijos e hijas de la LUZ y de la VERDAD" y todo lo que hacemos son obras del día, para que todos pueden ver; y no de la noche, donde se maquinan las maldades y las falacias.

Nuestros 115 años de vida en Cuba y los 363 de fundada nuestra Iglesia en el mundo, dan fe con acciones, no solo con palabras, de la veracidad de nuestros testimonios de Igualdad, Sencillez, Servicio, construcción  de Paz por medios no violentos e Integridad, que incluye Honestidad y Veracidad siguiendo lo que nos enseñara nuestro Señor Jesucristo: que vuestro sí sea sí y vuestro no sea no, porque lo que es más de esto, de mal procede.

Uno de los primeros errores en el que incurre es cuando escucha los comentarios de amigos de Gibara y los toma como fuente principal, dice usted: es que después de permanecer relativamente “en calma” comenzaron a llegar, desde finales de diciembre, varios “instructores” procedentes del exterior, casualmente cuando se anunció la posibilidad de que Cuba y Estados Unidos restablecieran relaciones diplomáticas.
Este encuentro que transcurrió en el mes de enero es el número ocho   después de su inauguración oficial en 2013. De todas estas etapas tienen conocimientos las autoridades políticas del territorio, la provincia y los funcionarios de la oficina de asuntos religiosos del Consejo de Estado quienes participaron en la inauguración del mismo y en talleres preparatorios, del cual consta la foto publicada en   noviembre de 2013 y que utilizaron usted y el señor Alberto Viamontes, de cuyo artículo extrae sus sospechas infundadas.
El Instituto Cuáquero Cubano de paz se comenzó a fomentar en el 2010, fue un sueño de la iglesia que había fomentado en pleno período especial el Seminario El buen Pastor con similares propósitos formativos y que por condiciones de transporte, carencia de suficientes profesores   y de finanzas no pudo sostenerse por mucho tiempo.
El proyecto actual es netamente cubano, ya desde la década del 20 del pasado siglo; queríamos formar a nuestros líderes aquí y no en el extranjero necesariamente.
Reitero: gestado por nosotros y como aprendimos de la visión de nuestros primeros misioneros en Cuba en 1900, queremos que nuestros profesores sean cubanos y que podamos auto-sostenernos en un futuro no muy lejano, pero siempre abiertos a la cooperación y a la superación con nuestros hermanos y hermanas de otros países y del nuestro.
Tres años transcurrieron mediante talleres y encuentros   con ayuda metodológica de varios profesionales para que el Instituto Cuáquero Cubano de PAZ, ICCP respondiera a necesidades no solo nuestras, sino de otras regiones, iglesias e incluso de personas no cristianas.
Los profesores que participan en nuestros encuentros (que son ahora tres veces al año y cuatro en el primer año) fueron seleccionados con sus respectivos cursos desde el 2012 cuando se hizo el currículo como le podemos mostrar si tiene interés y busca la verdad. No solo eso, si lo desea puede ver todas nuestras finanzas. Los contenidos íntegros de los cursos impartidos por los profesores; están disponibles para los que se interesen, así podrán conocernos mejor y saber que nos esforzamos en vivir una vida plena, un evangelio vivo porque como debe saber "instruir  puede cualquiera; educar, solo quien sea un evangelio vivo"
La iglesia que representamos tiene una larga tradición en la lucha por la paz y la resolución de conflictos y así se reconoció con el premio Nobel de la paz en 1947.
En otro fragmento usted dice: Hoy se conoce que buena parte de los fondos entregados para su creación fueron entregados por Jorge Laffite.Es muy poco responsable y una ignorancia de su parte vincularnos a la USAID a partir de Jorge Laffite, quien nos apoyó metodológicamente porque en el momento de la consolidación del Instituto era el personal encargado del AFSC, Comité de Servicio de Amigos Americanos, para la región latinoamericana.
Los lugares donde hemos gestionado fondos han sido organizaciones cuáqueras en el Reino Unido, pero lamentablemente no ha habido la respuesta esperada y hemos dependido de donativos de iglesias locales y nacionales de nuestra denominación   en EE.UU. y otros países. La mayoría de nuestros fondos provienen de nuestra propia organización cuáquera: La Junta Anual de la Iglesia de los Amigos (cuáqueros) en Cuba. Como el ICCP es una organización de ella, lo ha sostenido por tres años y esperamos que pueda seguir haciéndolo.

Todos los donativos, que no han sido muy cuantiosos, aunque sí importantes por los gestos de hermandad que rebasan un siglo de existencia, pueden verificarse en nuestros documentos   porque todo lo   hacemos con la más absoluta transparencia. Le aseguramos que ningún financiamiento provino de Jorge Laffite, a quien le agradecemos su imprescindible asistencia.
Es muy poco atinado dejar en entredicho una Iglesia y un Instituto que pretende servir a la sociedad cubana y latinoamericana para ayudar en el tema de la paz, y menos cuando no existe en más de un siglo de ministerio y compromiso en Cuba, un solo suceso que nos comprometa con asuntos políticos contrarios a nuestras convicciones esenciales.

Sin más, Consejo Directivo del Instituto Cuáquero Cubano de Paz.  

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