01 mayo 2017

¿Órganos transplantados en Puerto Padre?


No deja de ser una novedad que un órgano de fuelle u oriental, anime aún a toda una comunidad con su magia. Sobreviven a carencias y desastres, como si fueran fósiles vivientes.

Pero están ahí y la gente del campo dice que no cambian, por nada, estas maravillas de la cultura. Solo la inventiva y el ingenio de los organilleros logran que estas verdaderas cajas de música de ascendencia francesa tengan vida, en medio de tanto desarrollo tecnológico, que no logra desplazarlo.

Hay que reconocer que el órgano es un ser mestizo, hijo de padres de la nobleza que decidió sacudirse su ringo-rango para aplatanarse, hasta poner a bailar a la gente más humilde de los campos cubanos.

La familia Ajo, introdujo por la década del 40 del siglo pasado importantes cambios como la sustitución del guayo por el güiro, los timbales por las pailas y se le añadió también tumbadoras, bongós, etc, lo cual hizo más criolla su sonoridad y le dio partida de nacimiento en Cuba. Ahora es un cubano rellollo, con un hermano en París.

No obstante, hay que ir con mano fina a la hora de ingeniárselas para que subsistan estos dinosaurios musicales, porque como la supervivencia no tiene reglas, tantos implantes pueden afectar su verdadera esencia.

Es cierto que a golpe de maniguetas ya eran pocos los que podían producir música para un baile de principio a fin. Se necesitaban brazos fuertes y bien entrenados. Llegó entonces el motor eléctrico, que humanizó esto de producir música molida. Con la inventiva los órganos perdieron la autonomía de instalarse en comunidades en las que no siempre hay electricidad.

Tampoco esos combos añadidos, que complementan la sonoridad del órgano, afectan su aporte a la cultura cubana, todo lo contrario.

Un nuevo órgano que suena bonito

Julo Antonio Peña Pérez promete ser el coordinador de los órganos tradicionales, en esta zona de Puerto Padre, donde el oficio de construirlos y de ponerlos a disposición del pueblo tiene un arraigo desde 1932.

Julio, que es percusionista de la agrupación Origen, es un apasionado de la música molida, pero con nuevos bríos y conocimiento, creó una nueva versión electrónica más ligera y fácil de trabajar y llevar al jolgorio que mantiene el mismo principio mecánico.
La globalización no tiene límites.

Sin embargo, Julio Antonio cree que su nueva criatura es una adecuación moderna que hace más accesible a las nuevas generaciones la sonoridad del órgano, ahora con una armonía más limpia y amplificada.

¿Usted qué piensa? ¿Está favor de la continua innovación hacia el desarrollo de los órganos? ¿Prefiere que se preserven en su esencia? ¿O tal vez cree él órgano puede beber de las dos agua?

Entrevista de audio a Julio Antonio Peña en http://www.radiolibertad.cu/2017/04/28/organos-transplantados-en-puerto-padre-audiogaleria/
Read more »