26 noviembre 2011

Carlos Zamora: premio de novela Guillermo Vidal (Cuba)

Carlos Zamora actual premio de novela Guillermo Vidal

Por: Jorge Luis Peña Reyes

Organizadores del Premio de Novela Guillermo Vidal

Miembros del jurado Guillermo Vidal 2011 compartieron con escritores puertopadrenses sus impresiones acerca del actual estado de la narrativa cubana, fluyeron además lecturas de textos de ambas partes en la sede municipal de la UNEAC en la Villa Azul.
El escritor Carlos Zamora acudió a la cita como laureado en el Certamen nacional, cuya obra sobresalió entre diez novelas aspirantes.
La jornada tuvo entre sus atractivos la proyección de una lectura de textos que realizó Guillermo Vidal en el Museo Polivalente de Puerto Padre durante la Feria Internacional del Iibro 2003, al cual se le aplaudió como si aún estuviera entre nosotros.

Carlos Tamayo, presidente del comité provincial de la Unión de escritores y artistas de Cuba en las Tunas, precisó que además de María Liliana Celorrio autora puertopadrense, fueron miembros del jurado Roberto Estrada y Emerio Medina, quien valoró el estado actual de la novela en Cuba y la
importancia de este evento.

Agregó Medina Peña que la novela de Carlos Zamora aborda la emigración y el tema gay, temas recurrentes en la narrativa cubana.

La autora puertopadrense María Liliana Celorrio recordó a Guillermo Vidal desde una cercanía cómplice, con quien escribió su novela Las Hijas de Sade, próxima a publicarse por la editora Unión.

Carlos Zamora, dirigió la Biblioteca de Puerto Padre por varios años, radica en la Habana donde trabaja en la Biblioteca nacional, dirigió hasta hace muy poco la revista digital Librínsula, y es cultivador de los géneros de poesía y cuento.

La obra de Carlos Zamora que mereció El premio Guillermo Vidal 2011 es su debut en la novela.
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23 noviembre 2011

Malas y buenas palabras de la crítica

A mí no me gusta que me critiquen, dicen muchos porque es criterio casi generalizado, que crítica es sinónimo de ataque y vale aclarar la importancia de ésta en el mejoramiento de conductas, movimientos sociales o artísticos. Ahora que termina el año:
Debemos preguntarnos: por qué nos afecta tanto la crítica si sabemos que las razones que alegan otros para no compartir nuestros criterios corresponden a la verdad.
Si no es así y es pura falacia todo cuanto dicen, por qué el análisis valorativo nos pone de punta?
Tal vez la cuestión radica en que somos jueces sin piedad para juzgar a otros, y aceptamos con mucha facilidad los errores, siempre que sean ajenos.
No soportamos que alguien haga evidente los nuestros.
Y es cierto, la crítica tiene tintes. En ellas puede reconocerse pasiones, mentiras, tendencias, maldades.
Pero un análisis más profundo del fenómeno puede advertirnos que la crítica es positiva parta de donde parta, siempre y cuando provoque en nosotros una reflexión consciente de qué cosas hay que cambiar.
Quien elabora una crítica debe evitar palabras violentas para que el juicio tenga carácter positivo y sea todo lo objetivo que debe.
No es justo hacer leña del árbol caído.
Debe hacernos sospechar que en nuestro paso por la vida no haya una voz contraria que se levante y nos ataque.
Toda obra humana, tiene la necesidad de un juicio que la haga pefectible.
No hay corrientes artísticas ni vanguardias filosóficas que no hayan pasado por el tamiz de la crítica, más o menos exacta.
Nadie puede mejorar una obra sino escucha el criterio de los otros en torno a su discreto resultado.
Debido a ello, el ejercicio del criterio ha de ser cultivado y asumido como una necesidad de mejoramiento continuo.
Para terminar propongo una rocambolesca frase del escritor Jorge Luis Mederos sobre el asunto y que creo resume las ideas anteriores.
Tengo la certeza crítica que será la crítica quien nos conducirá hasta la certeza.

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He tenido algunas experiencias tristes y alegres por el libre ejercicio del criterio. Ahora que me escucha un puñado de gente desde sus receptores, reconozco que hasta aquellos que la estimulan, desconocen sus riesgos e importancia. La asumo naturalmente porque otros se acercan a mi persona desde sus propios juicios y juzgarán al igual que yo acontecimientos que serán necesariamente parciales. Hablarán de aquellas actitudes que las circunstancias nos obligan a tomar y de las que no siempre salimos airosos. Por ello creo que aunque el consenso es hablar y sobrestimar lo bueno, no hay por qué desdeñar ese argumento valorativo que, venga de donde venga, puede mejorarnos en nuestro ciego vagar por la vida, donde los tropiezos son más comunes que los aciertos.
De continuo nos perdonamos porque asumimos que tanto lo uno como lo otro es pasajero y en definitiva no divulgamos lo negativo y si amplificamos de mil formas aquello que pueda sumar galardones a nuestro modo de actuar en la sociedad. No obstante cuando tenemos una función pública y más de un par de ojos nos toma como referente, la crítica nos condiciona y es un permanente filo por el que caminamos, como un riesgo individual, pero todo responde a nuestro narcisismo o a nuestra inútil entrega social, así que unos individuos más que otros deberán entender la crítica abierta como esa cruz inherente a su decisión, una consecuencia lógica de quien pasa por la vida firme a una posición y seguro de su aporte a la humanidad. Es difícil entender que quien ofrece un servicio no reciba como pago natural gratitud y juicio. Quien no acepta la crítica o expone como idea contraria
el hecho de valorar esfuerzos y no resultados a fin de obtener loas, es un ser que se impone metas fáciles de alcanzar y que no se exigirá por lo que hace, al tiempo que subvalora en otros la capacidad de juzgar el producto que él mismo expone. No es un artista es un político obcecado en su propia
opinión y por ende con límites que lamentablemente otros valoran de positivo, por eso ascienden, aunque un día reconozcan que su ascenso fue un lastre más que impusieron a su individualidad. Y a conveniencias de otros, obtuvieron prebendas eventuales con las que saciaron sus apetitos.
Con eso se teje la vida del hombre, unos se entregan a lo que creen, otros a lo que les conviene y ambos justifican sus alternativas.
Los primeros: abiertos al juicio de los demás y los segundos herméticos y en una lucha que incluye diatribas y falacias para acallar críticas en su contra. Nadie separe demasiado estas posiciones, a veces son territorios de tránsito en la vida de los héroes, de ahí se justifica la transición de un héroe a un tirano, porque el héroe es aquel que se expone por el bien de otros y luego confundido con el poder que lo aupa, exige que los otros se expongan por el bien de su propia filosofía. En resumen, la crítica en la sociedad actual más que una práctica ha sido un estandarte de emancipación que el poder lanza a todas direcciones, mientras evita con represiones más o menos sutiles que otros la ejerzan cuando de poner el dedo en la llaga se trata.
Es absurdo que a la personas primero se le enseñe a valorar y que luego se les censure sus criterios al cabo de una experiencia de vida y con razones que obtiene de sus congéneres.
Todo parte de esas miserias humanas que colocan a los hombres en el poder, ellos defenderán su estatus como los guerreros. Solo desde el frenetismo defenderán la crítica, aquella que se ejerce contra sus opositores.
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14 noviembre 2011

Frank: Hombre de corazón itinerante

CORAZÓN DE BARCO

Frank: hombre de corazón itinerante

Por Jorge Luis Peña Reyes

Imagen: Helier Batista
Quien  vio a Frank  con una desgastada libretica bajo el brazo, detrás de la mesa  no sospecha ahora, al cabo de los meses, que su libro salido a la luz por  Letras Cubanas, es un trozo de esas tardes grises  en las que molestaba hasta el exceso de paz. Tampoco tiene cómo sopesar las aguas que lo empujaron, si solo vio  las tímidas palabras sobre el papel.
Escribir y contrastar el destino final de los volúmenes, con  solo mirar los estantes de libros,  convence del sacerdocio que supone enfrentarse a la hoja en blanco,  con la única esperanza de  trasmitir a ese remoto lector que tal vez no  llegará, un poco de  lo que es común a todos los humanos, pero que no todos pueden sentir con la misma intensidad. 
Corazón de barco, nació entre la prisa de los usuarios que procuraban un buen libro de la Biblioteca  de Puerto Padre y entonces Frank era Borges o Novás entre esos  anaqueles infinitos que testimonian el paso de los ángeles por el mundo:
Ahora regresa complacido a entregarnos  esta  criatura, como si al hacerlo  se le fugara el corazón con la parsimonia de  los barcos o hiciera duradera la noble acción de recomendar una buena lectura.
Corazón de barco es el tercer libro de Frank Castell González. Las Tunas 1976. El primero en nacer en un lugar de salitre y marisma, pero eso poco importa si el mar no se le hubiera hundido dentro. Al leerlo  uno comienza a sentir el sabor de la diáspora, del destierro, aún cuando los muros no son  infranqueables barreras en el mapamundi.
Ese intento de ser universal desde la aldea lo caracteriza mientras uno se traga los poemas verso a verso y puede sentir al hombre frente al mar. “Viejo Constantino: Todos llevamos el amargo espíritu del náufrago” Dice  en uno de esos poemas tristes.
 Sí, Corazón de Barco es un libro triste, quien quiera cantar con él, está equivocado. Frank sabe que la tristeza es el hilo que une a todos los poetas convocados. Ángel Escobar, Raúl Hernández Novás, César Vallejo,  León Felipe, Kavafis, todos sintieron lo mismo: una música  o una sombra en cualquier sitio de este mundo. Frank cree en medio de tanta experimentación y frialdad en sus latidos y los atiende como la melodía más importante.
Simultáneamente a los naufragios interiores el autor acerca su mundo a los demás y constantemente arma y desarma su espacio para que la comunicación con el lector sea plena.
Quien se pierde de una ciudad y escribe poemas difíciles no queda exento del olvido, ni de Dios. Por eso me arranco la piel y busco la libertad o el gozo  de no doblar estas rodillas. De todas formas existe el mar y es suficiente.
 Considerado por el autor su libro más maduro, Corazón de barco no deja espacio para la duda, es un libro intenso en el que la prosa poética, el soneto, el epigrama y el verso libre se unen armónicamente en un afán de acercarnos el mar y todo el conflicto del hombre ante la inmensidad.
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02 noviembre 2011

Quijotes: Revista de pensamiento literario



El presente es el número cero de la revista Quijotes, dirigida por el poeta Frank Castell y editada por Jorge Luis Peña Reyes desde Puerto Padre, Cuba. Pensamiento literario ofrecido por artistas contemporáneos comprometidos con su tiempo. El lector encontrará ensayos, cuentos, poemas, entrevistas y críticas en este extraordinario vehículo cultural de publicación trimestral auspiciada por el Comité Municipal de la UNEAC en Puerto Padre.
La creación constante es lo que define a los colaboradores de esta revista que entregan pasión e inteligencia en cada uno de sus textos.
Desde aquí, agradecemos a Jorge Luis Peña Reyes y a Frank Castell el darnos oportunidad de leer y leernos a través de la mirada de una Cuba contemporánea, joven, vital y creativa. (María García Esperón)


Quijotes: Revista de pensamiento literario
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