20 diciembre 2011

Under the tree. Traducción de Susan Furry


UNDER THE TREE*
Jorge Luis Peña Reyes

and Jesus wept.
John 11:35



The Lamb is now watching
the radiance looming.
Nearby stand the oxen,
stars jumble each other.
The arms of the sky
are broken by shadows,
the rainbow is naked,
asleep in the stable.
With rose-colored thread,
a spider in the night
spins a shimmering robe
the color of dawn.
Who can tell me the reason
at times the child cries?
In her breast Mary fears
leaves falling like autumn,
down they come fluttering,
butterflies fleeing.
The eyes of the child
with drops overflowing.

With their capes and their bundles
soaking with dew,
the shepherds arrive
and kneel to the child.
Restive, mooing and baaing
the animals worship.
With hands that are weary
of baggage and travel
Joseph ponders the angel;
his tiredness gone,
and warm light fulfills him,
a soft avalanche.
A cloudburst of seagulls
falls over the stable.
Who can tell where they come from,
who can tell why they settle,
who can tell me the reason
at times the child cries?
The donkey can see
in the eyes of the child
the doves he is watching;
from happier times
joy returns to these hours.
All alone, the soul trembles.**


The child enters the city,
death spreads a red carpet;
he sits on the donkey
with eyes overflowing.
The City cries at his coming,
deaf multitudes running.
Who can tell me the reason
at times the child cries?
Covered with whispers
a night out of time,
the stable fills everything
with music and fragrance
as if all the glory
were born in this center,
and the kingdom were seeking
its place amid shadows.
The child sees the crowds,
bitter thorns that they carry,
thorns biting the wind,
the thorns; and his crown has
more light than all diamonds
more sun than the sunrise.
Who can tell me the reason
at times the child cries?

They come with the spices
later used by the shadows
to silence his voice…
And Judas, betrayer,
shows soldiers the way
to come with their torches.
They come with the spices
from lands of the East,
strange men who are chanting
their hymns to Messiah,
they bow low in reverence;
the anguish comes later.
In his place they kill children,
Rachel mourns, she is crazy,
she cannot be silent.
Oh my child! Why does Caesar
refuse to hear God?
Why wait so long, God,
so much blood for King Herod,
so many hopes broken?
Who can tell me the reason
at times the child cries?

Every century celebrates
with lights and bright angels,
the star of great promise
that’s born on this night.
The people are drifting
in the waves, in the storms,
and cannot awaken.
Why forsake me, my Father.
In the stable all’s quiet,
someone prays in a corner.
Can you tell me the reason
at times the child cries.
Stars fall to their knees,
the heart is so flustered.
Mother, Joseph, the magi.
Disciples, Golgotha
The cross, nails and blood,
Angels gathered around him.
The human face changes.
Forgive them, my Father.
The manger becomes
two beams that are crying.
The shepherds are silent,
they wait for the glory.
The Lamb is now watching
the radiance looming.
Age after age,
and death after death –
many can't tell the reason
under the tree, Jesus cries.

* In Spanish-speaking countries, it is the custom to put a Nativity
scene under a Christmas tree.
** José Martí

by Jorge Luis Peña Reyes
translation by Susan Furry
with the help of
Benigno Sánchez-Eppler



Y Jesús lloró
Jn 11. 35
El Cordero está mirando
el resplandor que se asoma.
Los bueyes vienen y van,
las estrellas se trastocan.
El cielo tiene los brazos
mutilado por las sombras
mientras duerme el arco iris
en un establo, sin ropas.
La araña teje en la noche
con hilos color de rosa
un manto resplandeciente,
un manto color de aurora.
¿Quién puede decir por qué
el niño entre ratos llora?
María tiene en el pecho
un temor porque las hojas
descienden como en otoño
y sacuden mariposas.
El niño tiene los ojos
todos repletos de gotas.


Los pastores han venido
con sus mantos y sus bolsas
empapados en rocío
y ante el nacido se postran.
Los animales inquietos
con sus bramidos adoran.
José viene con las manos
rendidas por las alforjas
y mientras contempla al ángel
el cansancio se le borra
cual si la luz fuera tibia
avalancha que le colma.
Sobre el establo ha caído
un aluvión de gaviotas.
¿Quién sabe de donde vienen,
quién sabe por qué se posan,
quién puede decir por qué
el niño entre ratos llora?
Hay un borrico mirando
tan de cerca las palomas
que tiene el niño en los ojos,
y han vuelto a tener las horas
La alegría de otros tiempos.
Y el alma trémula y sola*.

*José Martí




Entra el niño en la ciudad
pone la muerte su alfombra,
sentado sobre el borrico
los ojos se le desbordan.
La Ciudad llora su entrada,
la multitud corre sorda.
¿Quién puede decir por qué
el niño entre ratos llora?
Cubierta toda de silbos
está la noche a deshoras,
todo lo llena el pesebre
de músicas y de aromas
como si al centro estuviera
naciendo toda la gloria,
como si el reino buscara
una espacio entre las sombras.
El niño ve multitudes
cargadas de rencorosas
espinas que muerde el viento,
espinas y en su corona
tiene más luz que cristales,
tiene más sol que la aurora.
¿Quién puede decir por qué
el niño entre ratos llora?

Han venido con especias
que luego usarán las sombras
para cubrirle la voz ...
Y Judas en que traiciona
muestra el camino a los hombres
que vienen con las antorchas.
Han venido con especias
extraños hombres que entonan
desde tierras del Oriente
los cánticos que se doblan
espontáneos al Mesías
y luego dolor provocan.
Por él, a los niños hieren
y Raquel como una loca
anda y desanda la calle.
¡Ay, mi niño por qué Roma
está de espaldas a Dios!
¿Por qué Dios tanta demora,
tanta sangre por Herodes.
tantas esperanzas rotas?
¿Quién puede decir por qué
el niño entre ratos llora?
Todos los siglos se visten
de luces y estrellas rojas
porque ha nacido en la noche
una estrella promisoria.
Quedan pueblos todavía
a la deriva, entre olas
y no hay despertar alguno.
Padre por qué me abandonas.
Todo calla en el portal,
en un rincón alguien ora.
Me puedes decir por qué
el niño entre ratos llora.
La estrella cae de rodillas,
el pecho que se sonroja.
La madre, José, los magos.
Los discípulos, el Gólgota.
La cruz, la sangre, los clavos,
los ángeles que le rondan.
La humanidad cambia el rostro.
Padre te ruego, perdona.
El pesebre transformado
en dos maderos que lloran .
Los pastores en silencio,
expectantes de la gloria.
El Cordero está mirando
el resplandor que se asoma.
Y después de tantos siglos,
tantas muertes que se agolpan.
Muchos no saben por qué
Jesús bajo el árbol llora.

(C) Jorge Luis Peña Reyes
Voice: Susan Furry
Music: Chris Spheeris
MMXI

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11 diciembre 2011

A la deriva


Yo me abandono en ti como los náufragos
como el que tiene una astilla y sobrevive
en las inquietas aguas que es su mundo.
Yo me abandono en ti, Dios de los pobres
cuando el futuro es un pan adormecido
que tú despiertas con el sol o con la nieve.
Tú que caminas anónimo y discreto
de la luz a la inmundicia de nosotros.
Acaso lanzas al camino mil preguntas
y nosotros, eternos caminantes
hemos pedido urgente que te alejes
que te disuelvas en templos u oraciones.
Mas tú no puedes Señor y continúas
trabado a nuestros cuerpos casi estériles.
Yo me abandono en ti porque las piernas
han gritado una fatiga tan humana
y me he tendido sin templos ni liturgias
a dialogar contigo sobre el polvo.
Así desnudo estas preguntas que a mí vienen
caídas de quien sabe cual abismo.
Y me respondes tú como quien pasa,
como quien cruza los caminos de mi tiempo.

Tú me regalas más que sombra y lejanía.
Por ti me queda un sabor a lluvia y trigo,
un sabor a crepúsculo y sembrado.
Tú me invitas: desciende con los míos,
no vaya a ser que te vicies a estar solo.
Yo me abandono en ti por la miseria,
por los harapos que arrastran tanto Gólgota.
Y en borde del camino en que me he puesto
he cosechado las espigas que quisiste
y me abandono en ti para que sobren.




(C) Jorge Luis Peña Reyes
Voz: María García Esperón
Música: Chris Spheeris
MMXI
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09 diciembre 2011

El Salvador de Juana, por Reymundo Betancourt Alvero


Resumen de la propuesta
La presente propuesta es un compendio de la investigación
“Puerto del Padre es Río y Puerto de San Salvador”.

Es un estudio toponímico que procura responder las controversias de un litónimo cubano, ha sido el hobby de los últimos 13 años del investigador, y está plasmado en un informe de 700 páginas.
El Puerto Primado del Gran Almirante en Cuba es actualmente la primera duda de la historia post colombina. Sitio histórico célebre Patrimonio de la Humanidad, el Puerto de Dios que Cristóbal Colón bautizó cuando arribó a Cuba. La proposición procura exponer sintéticamente los elementos que hacen recaer el honorífico galardón en Puerto del Padre.

La socialización y el consenso contribuirá a la concreción del evento donde expertos reconozcan y dictaminen científicamente la localidad que cumple los requisitos del colombino arribo primado a Cuba, y así un capítulo inconcluso de la Historia quedará fielmente circunscrito: el lugar que marcó su “punto de giro” en 1492.
Reymundo Betancourt Alvero

El Salvador de Juana, por Reymundo Betancourt Alvero
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