19 agosto 2014

Dos grandes unidos por la música, el tiempo y la tierra



Dos grandes unidos por la música, el tiempo y la tierra

Por: Jorge Luís Peña Reyes.


Ambos nacieron en Puerto Padre en el mes de agosto. Emiliano Salvador  Pérez el día 19 de 1951 y Juan Pablo Torres Valladares el 17, pero de 1946. Eran hijos de músicos notables y  llevaban el mismo nombre de sus progenitores.

Juan Torres Morell tocaba la trompeta en la orquesta Los Perversos dirigida en ese entonces por Emiliano Salvador Mora; pertenecientes también a la hoy centenaria Banda Municipal de conciertos que fundó el santanderino Cipriano Ignacio Torre.

Iniciaron su carrera musical desde muy niños. Emilianito con siete años se insertó en la orquesta de su padre y Juan Pablo con once era educando en  la Banda Municipal de conciertos.

Emiliano tocó las pailas, y la percusión, luego se dedicó al piano donde marcó pautas. Chucho Valdés lo cataloga como el mejor pianista de su generación y uno de los mejores compositores cubanos de todos los tiempos.

Juan Pablo comenzó con

Para los dos jóvenes puertopadrenses su primer proyecto musical trascendente fue el Combo Puerto Padre luego llamado Combo Cuba que les permitió su primera gira al exterior durante el Festival Mundial de la juventud y los estudiantes en Sofía, Bulgaria y La Unión Soviética  en 1968 y la oportunidad de estudiar  en la Escuela Nacional de Arte Cubanacán.

Contaba en una entrevista Pucho Escalante, fundador del trombón del jazz en Cuba, que lo impresionó cuando por primera vez  vio a Juan Pablo descargando junto a Emilianito en la televisión, recién llegados de Puerto Padre, “con una desenvoltura y una libertad que él no había visto antes”.

Paquito D'Rivera recuerda que cuando Juan Pablo Torres vino para La Habana con Emiliano Salvador, ambos se unieron al guitarrista Octavio Sánchez Cotán y formaron un grupo de jazz tremendo. "Juanito podía ser un excelente improvisador en el jazz, y lo demostró en Trombone Man, que le sirvió para presentarse en festivales de jazz por todo el mundo; pero él sentía más el son que el jazz.

De Emiliano se dice que si Mario Bauzá nacido en la década del 30 en La Habana  no le hubiera dado partida de nacimiento al  jazz latino, ese mérito hubiera recaído en Emilianito Salvador, a quien la crítica musical los reconoce como un renovador del género.

Mientras fueron estudiantes de la ENA Juan Pablo fue prohijado por Odilio Urfé  y Emiliano por Booby Carcasés, quien participa en varios de sus proyectos discográficos. 

Juan Pablo Torres formó parte de la Orquesta Cubana de música moderna dirigida por Armando Romeu y Emiliano se inscribe en el grupo de Experimentación Sonora del ICAIC al mando de Leo Brower, sin dudas dos importantes agrupaciones devenidas fragua de grandes músicos cubanos.

La primera producción de Juan Pablo se llamó Algo Nuevo cuyo éxito radicó, al decir del crítico  Eduardo Livia Daza en la revaloración del son. 

Nueva visión, el primer disco de Emiliano según Leonardo Acosta revitaliza las raíces más genuinas de la música cubana. Ambos trabajos discográficos lanzados por la EGREM a finales de la década de los 70s apostaban, desde sus títulos y conceptos, por ser aportes musicales y realmente lo fueron. 

Ambos creadores tienen  discos con el nombre de una de sus hijas: Angélica la unigénita  de Emiliano y Yamina nacida de Juan Pablo en 1974.
Emiliano muere tempranamente  en 1992  y Juan Pablo decide ese mismo año radicarse  en España y pasar luego definitivamente a los Estados Unidos. Trece años más tarde con una carrera  en ascenso muere Juan Pablo Torres aquejado de un tumor cerebral. Ambos desaparecieron de la escena musical cuando tenían todavía mucho que enseñar. Muy valorados en el extranjero y dos de los músicos cubanos que por su virtuosismo se estudian en academias musicales del mundo. Paradójicamente ninguno de ellos forma  parte en Cuba de los programas de estudios. La promoción musical de Emiliano es discreta a partir del homenaje que instituciones culturales de Puerto Padre dedican cada año. La de Juan Pablo Torres es casi nula debido a razones todavía incomprensibles.

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Emiliano Salvador Pérez nació en el poblado de Delicias, Puerto Padre, el 19 de agosto de 1951. Su precoz debut en la música ocurrió cuando tenía solo nueve años de edad, en una orquesta dirigida por su padre, notable músico local y director de Los perversos, hoy Embajadores del ritmo. La crítica musical lo considera fundador del  jazz latino. Chucho Valdés lo cataloga como el mejor  pianista de su generación. Murió en 1992.

Juan Pablo Torres, (Puerto Padre 17 de agosto de 1946- Miami 17 de abril de 2005) Compositor, arreglista, director y obsesivo productor musical. A diferencia de los artistas cubanos que como él decidieron radicar en Estados Unidos, regresaba a su país para grabar más discos, los propios y  los de sus compatriotas. Lo último que registró fue Identidad, disco que  grabó en La Habana en 2004.  Murió debido a la complicación de un tumor cerebral.
Emiliano muere tempranamente  en 1992  y Juan Pablo decide ese mismo año radicarse  en España y pasar luego definitivamente a los Estados Unidos. Trece años más tarde con una carrera  en ascenso muere Juan Pablo Torres aquejado de un tumor cerebral. Ambos desaparecieron de la escena musical cuando tenían todavía mucho que enseñar. Muy valorados en el extranjero y dos de los músicos cubanos que por su virtuosismo se estudian en academias musicales del mundo. Paradójicamente ninguno de ellos forma  parte en Cuba de los programas de estudios. La promoción musical de Emiliano es discreta a partir del homenaje que instituciones culturales de Puerto Padre dedican cada año. La de Juan Pablo Torres es casi nula debido a razones todavía incomprensibles

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