19 junio 2017




Por Jorge Luis Peña Reyes

Los multitudinarios festejos de Puerto Padre tuvieron fecha de nacimiento el año 1954 cuando José Faura García,que presidía el Casino Español junto al músico Luis Ignacio Díaz, propusieron la idea de celebrarlos, como ya lo habían hecho otros pueblos de importancia en el resto del país, iniciativa muy bien acogida y respaldada por el entonces alcalde Amado Escalona Mastrapa.

El antecedente directo de esas festividades parece ser las Ferias de San José. Los carnavales se desarrollaban, alrededor del día  19 de marzo, Día del Santo Patrón.

El periódico Sábado, reseñó, en marzo del 55, las gestiones que los organizadores de las fiestas hicieron en la Habana en busca de apoyo de los festejos y la disposición de la cervecerías Cristal y Polar.

Para la ocasión prometió asistir con casi total seguridad la Banda de Música de la Policía Nacional y el noticiero de Manolo Alonso que tomaría películas de la celebración.

Ya en los segundos carnavales, los del 56, existieron varias comparsas y es la orquesta Ritmo Oriental la que amenizó los festejos.
La elección de la “Reina del Carnaval” estaba precedida de cinco escrutinios para los cuales cada candidata realizaba con tiempo de antelación suficiente trabajos sociales y desfilaba por diferentes asentamientos recogiendo votos para su definitiva nominación. Una ofrecía un almuerzo, otra una fiesta, otra emprendía un plan anual de festejos. Con varios meses previos al desarrollo de las fiestas populares  el pueblo conocía del certamen que proponía la Comisión del Certamen de Simpatía del Carnaval.

Presentaban candidatas, El Liceo de San Manuel, El Casino Español, el Club Social de Chaparra, la Sociedad Estrella de Maceo, entre otras asociaciones e instituciones.

El semanario, Sábado, de ese año,publicó los votos alcanzados hasta el tercer escrutinio

América Ayala García 100.556

María Elena García 89,233

Mirtha de la Rosa 47,920

Iris Mastrapa Rojas 33,377

Obdulia Blanco Sabugo  20,946

En la edición del 26 de enero de 1957 el periódico Sábado  reseña en primera plana la celebración de los carnavales del 15 al 19 de marzo, uno de los más importantes en la década del cincuenta, según el artículo de la revista Puerto Padre histórico,  y que se extendía  un día más que en la edición del año anterior. Ese año, el presidente organizador del carnaval fue el Doctor José R. Bosch Parra y Enrique Farah Awed, su tesorero.

Las fiestas tenían una convocatoria que estimulaba despertar el entusiasmo entre los vecinos para que adornaran  el frente de sus casas e inscribir las cuadras cuyos vecinos quisieran  optar por los valiosos premios en efectivo. Ese año se adicionaron al alumbrado público 3 000 bombillos.

Los carnavales en Puerto Padre, nacieron con organización y respaldo notables, desde la década del cincuenta. Constituían, desde entonces, un estímulo para el pueblo que tomaba parte de sus preparativos, desde mucho tiempo antes y pese a que diferentes motivaciones políticas y sociales movían estas festividades  su ejecución eran todo un suceso que trascendía las barreras municipales. 

Video en http://www.radiolibertad.cu/2017/06/17/carnavales-en-puerto-padre-viaje-al-pasado/#comment-52
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01 mayo 2017

¿Órganos transplantados en Puerto Padre?


No deja de ser una novedad que un órgano de fuelle u oriental, anime aún a toda una comunidad con su magia. Sobreviven a carencias y desastres, como si fueran fósiles vivientes.

Pero están ahí y la gente del campo dice que no cambian, por nada, estas maravillas de la cultura. Solo la inventiva y el ingenio de los organilleros logran que estas verdaderas cajas de música de ascendencia francesa tengan vida, en medio de tanto desarrollo tecnológico, que no logra desplazarlo.

Hay que reconocer que el órgano es un ser mestizo, hijo de padres de la nobleza que decidió sacudirse su ringo-rango para aplatanarse, hasta poner a bailar a la gente más humilde de los campos cubanos.

La familia Ajo, introdujo por la década del 40 del siglo pasado importantes cambios como la sustitución del guayo por el güiro, los timbales por las pailas y se le añadió también tumbadoras, bongós, etc, lo cual hizo más criolla su sonoridad y le dio partida de nacimiento en Cuba. Ahora es un cubano rellollo, con un hermano en París.

No obstante, hay que ir con mano fina a la hora de ingeniárselas para que subsistan estos dinosaurios musicales, porque como la supervivencia no tiene reglas, tantos implantes pueden afectar su verdadera esencia.

Es cierto que a golpe de maniguetas ya eran pocos los que podían producir música para un baile de principio a fin. Se necesitaban brazos fuertes y bien entrenados. Llegó entonces el motor eléctrico, que humanizó esto de producir música molida. Con la inventiva los órganos perdieron la autonomía de instalarse en comunidades en las que no siempre hay electricidad.

Tampoco esos combos añadidos, que complementan la sonoridad del órgano, afectan su aporte a la cultura cubana, todo lo contrario.

Un nuevo órgano que suena bonito

Julo Antonio Peña Pérez promete ser el coordinador de los órganos tradicionales, en esta zona de Puerto Padre, donde el oficio de construirlos y de ponerlos a disposición del pueblo tiene un arraigo desde 1932.

Julio, que es percusionista de la agrupación Origen, es un apasionado de la música molida, pero con nuevos bríos y conocimiento, creó una nueva versión electrónica más ligera y fácil de trabajar y llevar al jolgorio que mantiene el mismo principio mecánico.
La globalización no tiene límites.

Sin embargo, Julio Antonio cree que su nueva criatura es una adecuación moderna que hace más accesible a las nuevas generaciones la sonoridad del órgano, ahora con una armonía más limpia y amplificada.

¿Usted qué piensa? ¿Está favor de la continua innovación hacia el desarrollo de los órganos? ¿Prefiere que se preserven en su esencia? ¿O tal vez cree él órgano puede beber de las dos agua?

Entrevista de audio a Julio Antonio Peña en http://www.radiolibertad.cu/2017/04/28/organos-transplantados-en-puerto-padre-audiogaleria/
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21 abril 2017

El visitante



En el aula recibimos la visita de un escritor. Los muchachos  se convencieron de que no era un viejito como ellos creían. Era más joven incluso que la profe de historia. Ella lo presentó con mucho respeto y no perdió la oportunidad para dispararnos una charla sobre la educación y la campaña de alfabetización. Ya cuando notó al escritor medio aburrido fue entonces que lo dejó hablar.
Sin más allá ni más acá, luego de presentarse, nos preguntó si teníamos borrachos en la familia y se hizo un silencio tremendo, era como si aquel ambiente que había creado Úrsula no tuviera mucho que ver con esa pregunta tan rara.
Volvió a insistir y solo él levantó la mano. Así que nos sorprendió oírlo hablar de su abuelo con un gesto de tristeza y de risa a la vez. Todos vigilábamos el rostro de la profe de historia y era seguro que no se sentía cómoda con la conversación.
Luego Yaquelín contó algo sobre su hermano que a veces vendía la  ropa para pasarse el día tomando con sus amigotes y nosotros nos reímos de la palabra, entonces el escritor comenzó a escribir en la  pizarra todos aquellos términos con que la gente se refería a los borrachos. Yunior dijo: Curdas, Tonito agregó: alcohólicos, tomadores, borrachines y así se hizo un listado larguísimo. Al lado enumeró las maneras en que la gente se refería a la bebida y fue divertidísimo porque incluyeron: tintura de plátano, piojín de la farmacia, chispa de tren, walfarina, espérame en el suelo, risa de potrico, colao y mil nombres comiquísimos.  El aula completa se reía de todo aquello con algarabía, menos Úrsula, que parecía que le clavaban mil agujas en el rostro.
Luego levanté la mano y le dije al escritor que la gente era muy agresiva con los borrachos, y aunque se estimaba como una enfermedad, mucha gente importantísima que salía en la tele y hasta dirigentes eran tomadores empedernidos.
Úrsula no pudo disimular y metió la cuchareta otra vez. Quiso aconsejarnos algo, pero el escritor la interrumpió para decirnos que en nuestro país se vendía mucho ron y que el alcoholismo era una consecuencia lógica, porque en las cafeterías aunque no había café, había bebida siempre: de todos precios, colores y sabores.
Entonces Úrsula replicó que el país lo necesitaba para su economía y él respondió que luego la economía tenía que cargar con los alcohólicos y atenderlos como si fueran reyes.
Úrsula estaba rojísima y fingió un permiso entre dientes para salir del aula. Los muchachos levantaron automáticamente la mano como si desde aquel momento, sintieran mayor libertad para expresarse. ¡Más de la mitad del aula tenía al menos un borracho en la familia!
El escritor nos leyó un poema suyo que se titulaba El rap de los borrachos, era parte de un librito bien manoseado, el poema parecía más bien una canción cómica, que retrataba la vida de los que empinaban el codo de vez en cuando. Elisa me miraba con insistencia, pero yo trataba de captar el ritmo de las palabras que usaba el visitante. Era como un vaivén, como si las palabras se mecieran en el aire. Recordé cómo caminaban los borrachitos de mi barrio, que venían de mañana bien derechos y se iban de tarde abrazados como almas en pena.
Por momentos contuve el llanto porque vi al nene tirado en cualquier parte y la gente preguntándole tonterías para reírse luego de la forma en que hablaba, con la lengua hecha un nudo. Fueron tal vez las escenas de humor del poema, las que no me dejaron llorar y preferí entonces bajar la cabeza y quedarme quieto.
Sonó el timbre y en el pasillo le dije al visitante que yo quería ser escritor y que tenía una novela escrita, así que se sorprendió y quedamos en vernos para que me ayudara.
Llegó luego Úrsula y borró con rabia aquel listado que casi todos habíamos copiado, paradójicamente, al final de la libreta de historia.
—Saquen sus libros que se acabó el jueguito, —dijo con tono de pocos amigos.
Alguien le preguntó si el escritor regresaría en otra ocasión. Ella no respondió, se hizo como quien no había oído.
Tal vez la visita le recordó a algún borracho de su familia. Porque, quién no lo tiene.
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22 enero 2016

¿Crepusculares o un amanecer sobre la décima?

Por: Jorge Luis Peña  Reyes

Luego de un caminar complicado en este sensible matrimonio que son producción y comercialización del libro, llega a La Villa Azul el poemario Crepusculares, premio Iberoamericano de la Décima Cucalambé 2013, de la joven autora Liliana Rodríguez Peña. Puerto Padre 1991.
La décima, esa estructura que impone el reto de la estrechez, no es un obstáculo para ella, que explosiona fácilmente sus límites a partir de pulmones bien estrenados en dominar con excelencia las dos vertientes de la estrofa.
Su nacimiento como cultora de esa cárcel  de aire puro*, devenida estrofa nacional, proviene de su niñez cuando la cátedra de repentismo Luis Rodríguez Almaguer la  acogió, bajo la tutela del profesor  Miguel Navarro Díaz que le ofreció los referentes literarios para un bagaje más completo. Y dio como resultado una joven, merecedora de los principales lauros del repentísimo cubano  y también con el  lauro mayor de la décima en Iberoamérica.
El Libro en cuestión, constituye un volumen que refleja preocupaciones de toda una generación de poetas jóvenes que apuestan por la honestidad como expresión, más allá de los artificios que puede imponer esta forma estrófica y que de hecho se ha permeado de ambientes culteranos, falaces.

En Crepusculares la angustia vallejiana ha sido transida por la ternura de una  mujer  que revisita los motivos de este y otros poetas con una voz auténtica hasta rebasar los modismos que autores en  las últimas promociones explotaron hasta la saciedad, me refiero específicamente al ambiente bíblico, no siempre asumido desde una apropiación íntima. A veces se adivinan estridencias que afectan la expresión individual de los poetas jóvenes. En Liliana las reminiscencias a esa joya de la literatura universal es una fuente, un depósito de sus cuestionamientos sobre la vida, Dios con un equilibrio que termina siendo canto y no estancia en el muro de las lamentaciones. 


La protección que se le  ha brindado a la décima, no siempre la ha favorecido cuando la convierte en una criatura única y separada del macrocosmo poético. 
La variedad  métrica del poemario nos libra de esa cancioncilla espineliana, que en ocasiones crea ruido. Liliana reclama  constantemente la atención, sin tiempo para que el lector se acomode a determinadas maneras de enfrentar el discurso poético.
Décimas asonantadas, endecasílabas, encabalgadas y hasta esas maneras que parecen antiguas de la glosa, adquieren en ella un sentido propio pese a esos préstamos que hace de poetas cercanos, y que practica alejada del vicio de repetir en ocho versos adicionales, los que en solo dos expresara con suficiencia el autor del exergo.
Acá las glosas toman el giro suyo, a veces lo niega, otra los contradice, pero finalmente le quedan como apoyaturas a eso que
otros sintieron de forma similar.
El dominio técnico, la candencia, la hondura filosófica y la construcción de la imagen, convierten a Crepusculares en un libro diferente, necesario.
  















 *Verso de Adolfo Martí fuentes
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PARA ACERCARNOS AL PAÍS DE LOS MIEDOS
Por Frank Castell

Después de leer el más reciente libro de Jorge Luis Peña Reyes (Puerto Padre, Las Tunas, 1977) y comprobar que desde la poesía se puede acceder a universos tan increíbles como la realidad, no me queda otra opción que escribir.

El país de los miedos, volumen que sale a luz por la editorial Gente Nueva, confirma que estamos en presencia de uno de los escritores para niños y jóvenes más auténticos de Cuba. Lo más sorprendente de esta nueva propuesta es el enfoque que Jorge Luis ofrece en cada uno de los textos.

Ya es conocido el modo de asumir el discurso en su amplia y atractiva obra poética. Libros como Donde el jején puso el huevo y Vuelo crecido, evidencian la capacidad de este autor para sorprendernos con maneras bien interesantes de enfocar la literatura. Otros volúmenes salidos de las manos de Jorge Luis se mueven dentro de las aguas del cuento, La corona del rey  y Las doce migajas.

Llegar hasta el gusto de niños y jóvenes presupone conocer bien de cerca cuáles son sus intereses. De modo que cada entrega es un ejercicio de investigación y madurez.

El país de los miedos explora con acierto parte de la tradición cubana en la que Jorge Luis se adentra en personajes locales y nacionales con los que padres y abuelos asustan a los niños. El romance País es la entrada:

En el país de los miedos
era tímida la gente,
si los fantasmas venían
eran siempre grandes huéspedes.

Una singular manera de mostrar el objetivo del poemario: cómo hacer que el lector vea a los personajes como seres palpables, seres que no representan motivo de espanto, sino todo lo contrario. Es uno de los aciertos de esta obra: construir un universo que le permitirá al niño encontrar nuevos significados. Una de las historias más empleadas para neutralizar a niños y niñas es la del viejo del saco. Sin embargo el autor construye una historia que cambia por completo el significado de la misma:

Yo soy el hombre del saco,
abuelo de mala fama;

Camino medio encorvado
por un hechizo que llaman
escoliosis persistente
¡que no se quita con magias!

Que el pánico se transforme en motivo de risa, que la risa nos enseñe que el miedo se puede vencer, he ahí una de las tantas ganancias de este libro. Quien se adentra en sus páginas descubre la ingeniosidad y el poder de seducción propios de la obra del autor de una docena de títulos merecedores de importantes premios en certámenes nacionales e internacionales. Y es que Jorge Luis sabe manejar el lenguaje y el secreto de las estrofas, el ritmo y la musicalidad que necesita un libro para abrirse paso.

Estructurado en dos partes, Barrio de fantasmas y Queridos monstruos, el libro recoge en sus 38 páginas a brujas, jígües, ciguapas, espantapájaros, cagüeiros, entre otros, y juega desde el poema con ellos como es el caso de Solicitud de trabajo; Atención a la solicitud de trabajo por parte del Departamento de Reubicación y Réplica última donde décima y romance recrean la comunicación entre una bruja que solicita trabajo y las exigencias que tiene que sortear:

Yo soy una bruja auténtica que prefiere escobas plásticas.

El país de los miedos está bien pensado. La mezcla de humor, lirismo, filosofía y dominio técnico de las estructuras poética, hacen de él un texto interesante que sobrepasa las fronteras de la edad. Los cementerios, prosa limpia y breve, demuestra el viaje inverso del autor hacia la infancia y sus cuestionamientos:

A propósito, ¿es lógico que le pongan guardias a los muertos y cercas a los cementerios?
Tal vez sea porque, a pesar de toda la ciencia conocida, el hombre moderno no está seguro de que los muertos no salen.

La búsqueda de temas que motiven la creación es una constante en este autor de una docena de títulos. Sin embargo, no hay una pretensión de insertarse en las modas y la superficialidad tan presentes en la literatura para niños. Jorge Luis cree en el niño. Por eso escribe para responder preguntas incómodas que muchos padres no saben cómo enfrentar.

La definición de qué es el miedo ofrece, a modo de cierre, una imagen hermosa cuando dice:

El miedo es un gato oscuro
que nos cruza por delante.

Aunque sus libros desaparecen de las librerías y asume la literatura como un sacerdocio, su proyección merece mejor suerte. Quienes conocemos y esperamos cada una de sus publicaciones, estamos conscientes de que el factor promocional no le ha favorecido. No obstante, me atrevo a afirmar que el futuro le abrirá las puertas y concederá un lugar privilegiado en el panorama literario cubano.

Si me preguntan, ¿dónde está el país de los miedos? Puedo responder que está en nosotros, los niños que crecimos sin la magia de un libro como este, pero que nunca perdimos la fe en encontrarlo.

Gracias, Jorge Luis, por derribar el muro y contar con nuestros hijos hoy.
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08 agosto 2015

Donde la literatura y la historia se encuentran o la importancia de llamarse Ernesto




Por: Jorge Luís Peña Reyes el 02 de Abril de 2015.


Con andar pausado y presto el diálogo le vemos ir y venir por las calles puertopadrenses. La Biblioteca Municipal, el Museo y la sede la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) son lugares que acogen todos los días a Ernesto Carralero Bosch.

Más de un puertopadrense ya entrado en años da fe de la visita de este historiador que busca los hechos dispersos de la localidad para luego darles forma con la palabra elocuente y apasionada.

Su memoria atesora fechas de acontecimientos, nombres de personalidades y anécdotas que cuentan el paso de los años y ayudan a ese sentido de pertenencia que le da color y sentido al espacio que habitamos y del cual estamos orgullosos.

Ernesto Carralero Bosch es licenciado en Español y Literatura, poeta, investigador, profesor e historiador de la ciudad. Nacido en 1945,  en el poblado de Juan Sáez, Jesús Menéndez, llegó a la ciudad de Puerto Padre para recoger historias pasadas y revivirlas  e interpretarlas a la luz pretérita.

Considera entrañable su relación con la literatura y la historia, “por cuanto la investigación requiere de una elaboración para hacerla asimilable, en tanto la literatura a pesar de ser una recreación de la realidad parte de la historia.

De sus inicios cuenta que Juan Sáez era una especie de Macondo, un campo sepultado hoy en las aguas en el que su familia radicaba con un inmenso amor por la lectura.

Lo primero que practicó entre los moldes poéticos fue el soneto y luego le llegó la décima de manos de su amigo Renael González  que le valió el reconocimiento del premio Cucalambé en 1986.

Un año después fue fundador de la UNEAC en la provincia y su primer presidente en el comité municipal, de Puerto Padre, hasta el 2003.

Trabajó para  la radio y el Periódico 26 cuando la fuerza capacitada no era aún profesional y considera esta experiencia fundamental en su formación.

Es autor de libros imprescindibles a la hora de comprender la historiografía de Las Tunas con textos como: Crónicas y  Cronología de Puerto Padre con varias ediciones de acuerdo a  su utilidad en centros escolares donde es consulta permanente para investigadores, especialistas e interesados.

Su sacerdocio con la literatura inicia desde 1973 cuando funda los talleres literarios en Chaparra y Puerto Padre para convertirse así en fundador del movimiento literario en el territorio.

Hoy cercano a la autoría de una veintena de libros, mantiene tres novelas inéditas en las que el trasfondo histórico de las mismas prometen textos interesantes para continuar con esa misión de robustecer esa identidad nuestra.

Por estas razones la Feria del Libro en esta edición dedica la celebración a Ernesto Carralero Bosch por su indudable aporte a la cultura puertopadrense y su conexión con el entramado nacional.
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Los propósitos de Frank

Por: Jorge Luís Peña Reyes

Con el proyecto de novela Los Hijos de Caín el escritor Frank Castell González obtuvo hace unos días la Beca de creación Ronald Leyva Casimiro que cada año otorga la Unión de escritores y artistas de Cuba en Puerto Padre.

Aunque su oficio  ha sido el de poeta, también incursiona en el teatro y la novela desde que sus inquietudes le hicieron parte del curso de formación literaria Onelio Jorge Cardoso  en el año 2000 y Guillermo Vidal su coterráneo tunero, lo invitara a conocer el mundo de la prosa.

Considera que la  novela más que el cuento  ofrece muchas  posibilidades porque no es un género hermético y le permite experimentar y adentrarse en otros personajes desde una visión más humana.

Los hijos de Caín cuenta la historia de dos muchachos, uno que escribe historias y el otro, un lector empedernido,  que por un absurdo se ven implicados en un conflicto judicial y que desde sus visones y experiencias propias narran sus vidas llenas de contradicciones y cicatrices.

Con un lenguaje significativo,  el narrador  se adentra en el existencialismo de Manuel y del Beny. Uno puede reconocer la forma propia que tienen los poetas para adentrarse desde la síntesis y la intensidad en este binomio de personajes que de forma alterna se revelan al lector.

Ya por estos días debe salir por Letras Cubanas su nueva  entrega lírica Fragmentos de isla que mereciera un año atrás la misma beca de creación de la UNEAC puertopadrense  y que le permitió en seis meses culminar,  este y otros poemarios, muy bien acogidos por la crítica como es el caso de Los salmos oscuros publicado por Oriente y nominado al premio nacional de la Crítica.

Sobre Fragmentos de Isla nos dice que es un volumen sobre la  insularidad y la circunstancia del mar por todas partes, como dijera Virgilio Piñera. Incluye poemas en prosa, unos breves casi epigramáticos, otros extensos en  un equilibrio de luces y  sombras.

Con ocho poemarios publicados en editoriales cubanas de prestigio y con  el oficio de la televisión sin apenas recursos, Frank radica desde hace varios años en Puerto Padre y ahora con su casa familiar frente a la costa, promete desde su compromiso con la literatura ser testigo de su época, con la armadura  de  la honestidad y el verso esencial que le caracterizan.
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Viaje a la semilla



 


Por: Jorge Luís Peña Reye  

 










Poetas Roberto Manzano (a la izquierda) y Renael González

Puerto Padre ya tiene en su dinámica cultural un encuentro que fomenta cada año las tradiciones más autóctonas de nuestra cultura relativas al folclor campesino y su apego por la décima.

Desde que en 1993 se fundara el Grupo Iberoamericano dela Décima Espinel-Cucalambé el cultivo de la espinela se convirtió en un sello de identidad para los escritores del patio. Años más tarde surgió el proyecto que avivaría un arte que no por fugaz es menos permanente: el repentismo con la cátedra infantil El Chino Velazqueño, el juglar más importante del territorio y nombrado por Naborí La grabadora humana por la enorme cantidad de estrofas que conocía de diversos poetas-repentistas cubanos.

Hace unas horas se desarrolló la  séptima edición de la cita que incluyó un intenso homenaje al inquieto Juan Manuel Herrera, poeta puertopadrense fallecido hace unos meses, fundador del Grupo Iberoamericano Amigos de la Décima y un año más tarde del Festival de apreciación Cinematográfica Cinemazul. Sus amigos reconocieron su valía para la cultura, su dedicación y excelencia en los programas radiales,  campesinos y su atinada crítica como parte de su vocación artística. En su última etapa era especialista de la Casa Iberoamericana de la Décima en Las Tunas y promotor del proyecto infantil La Monedita del alma que unía la décima y la narración oral en un binomio natural y nutricio.

Sandra Herrera hija de Juan Manuel Herrera junto a Guillermo Castillo
Se dio a conocer la participación de Juan Manuel y su proyecto infantil comunitario La Monedita del alma en el conjunto CD, DVD y libro Ortodecimante, que incluye  40 reglas ortográficas cantadas en décima,producida por el sello Bis Music, de la autoría del maestro y promotor del repentismo radicado en Chaparra Guillermo Castillo.

Como parte de la jornada se desarrolló el Coloquio La Décima eterna viajera, que tuvo como ponentes a Renael González, Roberto Manzano y Argel Fernández quienes dialogaron sobre la evolución de la décima en sus variantes oral y escrita. Entre los tópicos se abordó la trasformación de la décima como necesidad expresiva de las nuevas generaciones y cómo esas reformas pasan al repentismo actual con maneras e ingredientes literarios que disipan cada día más los límites entre el hecho literario y la improvisación.


Premiados del concurso Chino velazqueño (de izquierda a derecha): Primer premio, Guillermo Castillo Vega (hijo), Bartolo Pupo Pupo, segundo premio, Michel Ruiz, tercer premio y mención especial Ariadna Salazar Pupo.
En la propia sede villazulina de la UNEAC inició el tercer concurso El Chino Velazqueño que incluyó por segunda vez a una joven que proviene de los talleres de repentismo infantil de Puerto Padre, Arianna Salazar y que resultó finalista en el encuentro. Bajo la modalidad de pies forzados y sintagmas, el emotivo encuentro rindió homenaje a Luis Rodríguez Almaguer con presencia de sus hijos Arles y Rubiseida Rodríguez Pupo, quienes confirmaron que la cita recordó la esencia de su padre de acuerdo a la canturía que varios poetas dedicaron al también fundador del programa radial Alborada campesina.

El jurado que conformaron Liliana Rodríguez Peña, Pablo del Río Leyva, Argel Fernández Granado, hijo de Miguelín Fernández, decidieron otorgar en el Parque José Martí mención especial a la joven  poeta puertopadrense que debuta en estos encuentro Arianna Salazar Pavón, y entregar tercer premio al avileño Michel Ruiz, segundo al veterano Bartolo Pupo Pupo y primer lauro y premio especial de la Casa Iberoamericano de la décima en Las Tunas Juan Cristóbal Nápoles Fajardo a Guillermo Castillo Vega, hijo,  radicado en  Chaparra.

El encuentro Semilla de tradiciones y el Concurso de repentismo El Chino Velazqueño logran el vínculo entre figuras relevantes, continuadoras y nacientes de la Décima como una progresión  palpable de esta aplatanada y vetusta estrofa que mantiene la lozanía y el vigor de siempre.
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30 junio 2015

El patrimonio desde los ojos de Martí


El patrimonio desde los ojos de Martí

Por: Jorge Luís Peña Reyes.


El amor madre a la patriano no es el amor ridículo a la tierra…José Martí, Abdala
La celebración de los diversos pueblos cubanos, devenidos villas fundacionales en el arribo de sus quinientos años, propone una reflexión en torno a la cultura, que no es más que el conjunto de esos bienes creados de manera colectiva.

Si el concepto Patria reúne todos los patrimonios del hombre, todo cuanto pueda hacerse por afianzar esos valores, será poco para tener a un ser humano más comprometido con su entorno y con la preservación de aquello que considera parte indisoluble de su vida.

La Unesco ha creado convenciones entre los estados parte para identificar esos tesoros que por diversas razones sufren el expolio o el descuido de las naciones que los contienen.

Todavía hay un sentido reduccionista a la hora de entender qué cosa es patrimonio. El afán por la tecnología y el desarrollo sigue dañando eso que es una propiedad colectiva de la humanidad a pesar de ubicarse en determinadas regiones del mundo.

No todos los países son signatarios de las convenciones de la Unesco y esto genera diversas miradas en cuanto a las posesiones de estos bienes y determina la responsabilidad de protegerlos como legado a las siguientes generaciones.

Las guerras, la explotación desmedida del turismo y la falta de políticas para proteger esos recursos, pueden reducir a cenizas el más completo paraíso.

Cuba tiene identificados varios puntos de su geografía como patrimonio mundial de la humanidad, tanto en lo tangible como en lo intangible y este reconocimiento perfila voluntades políticas para proteger sitios que tienen en sí mismos una importancia histórica trascendente, no solo por la estética de ellos,  sino por los hechos que se gestaron en etapas fundacionales y que constituyen hoy esencia de la cultura de los pueblos.    

No se trata de vivir anclados al pasado sino mirar por esos ojos el presente, así  podemos ver el devenir y el desarrollo del hombre  como  una continuidad y no como etapas desarticuladas y dispersas.

Desde esa  intención por reconocer el valor de los que nos precedieron, el presente es un desafío para incluir a la comunidad  en la construcción paulatina de lo que ellos mismos identifican como digno de conservar en favor de su espiritualidad.

El mayor enemigo del cuidado del patrimonio es la desinformación y la indiferencia. Es una torpeza no hacer lo que está de nuestra parte para que  florezca la cultura y las tradiciones de los pueblos.

¿Qué será Cuba sin su Habana, sin los paisajes de Viñales y del Valle de Los Ingenios, sin sus tesoros subacuáticos y naturales, sin su arquitectura imponente y diversa, sin sus fortines españoles, sin sus cafetales y bateyes?

La imagen que proyectamos tiene que estar en constante revisión, en constante vigilia porque los extensos tentáculos de la globalización banalizan y destruyen.

Una de las peores crisis del mundo no es la relacionada con la de los recursos, sino con la de la identidad, esa ceguera que no permite reconocer quiénes somos y justipreciar así nuestros propios entornos.

La mezcla de los pueblos enriquecen los conceptos culturales de las naciones, sin embargo el mercado aprovecha y deslegitima prácticas milenarias solo por su afán de generar productos y reducir la cultura al consumo enfermizo.

José Martí desde La Edad de oro y de su vastísima obra, ofrece pistas en su periodismo de lo que la humanidad precisa conservar, savia de su paso peregrino por distintos países del mundo. Desde allí aprendió a valorar el patrimonio con una visión pertinente que hoy todavía muchos pueblos de América no consiguen alcanzar.

Desde la Patria chica, desde la aldea, desde el patio minúsculo que habitamos, valoremos nuestro patrimonio y resaltemos el derecho que tienen otros de mirarlo con los mismos ojos de Martí.

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12 junio 2015

La Burbuja ecléctica 

Tengo un orgullo súbito por la gente que conocí la última semana.
Gente libre y sin la angustia de la urgencia.
Que sueñan el país como si de pronto la isla pidiera ser colonizada.
Hay aquí un místico animal que emerge y sacude en el  agua todo el tiempo de su inercia.
No he visto por estos días lo que me es común en donde vivo.
No sé quién vino la madrugada antes para recoger las consignas de otros tiempos.
Ahora están allí, cerca del Castillo de la real fuerza vendiendo las consignas del pasado, pero esas ya no tienen la urgente autoridad del grito.
Me ha brotado un orgullo súbito ante los visitantes de la última semana.
No sé qué  pasa con esta  burbuja ecléctica donde me siento a gusto.
Aquí estoy rozándome con el nuevo aire como si todas las encarnaciones se disputaran entrar de una vez a mi cuerpo. Y me abro a las constelaciones del vacío e inflamo los pulmones de este otro  aire nuevo que descubro. 
Puedo quedarme en este monte y pedirle a  Eusebio que construya para mí una enramada.
Estoy  a gusto mientras llueve y tomo fotos. No me esfuerzo por disimular las grietas que no han de salir en el noticiero de cada noche.
 He olvidado los malos entendidos y lanzo a los del otro lado de las aguas  las imágenes de los últimos días.
No  he sentido, para mi extrañeza,  la conmiseración de siempre, la palmada imaginaria sobre el hombro, sino el deseo de pisar los mismos charcos de La Habana. 
Me pregunto  qué tiene que pasar con mi país del otro lado para que sientan los olores salidos de estas  piedras.
Mi país es una sombra  que espera el olor  de la pintura fresca, la explosión  de su gente distraída en el pan de la mañana.
Nadie levante para mí su mano, nadie me aclare que esa gente del otro lado construyó este sueño de atributos nacionales.
Quiero quedarme con estas sensaciones infantiles, con esta inquietud que llevo dentro para volver a mi país del otro lado y enseñarles  las postales a mi gente. No las postales de La Habana sino las postales del país  que sueño.
Si todo es mío, si todo es real como supongo,  dejen  llevarme al Caballero de París conmigo.

Jorge Luis Peña Reyes


En pleno centro de La Habana uno puede tropezarse con esta criaturas que le suman una misticidad a los espacios tan cubanos y a la vez tan universales de Cuba.

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30 abril 2015

Esos locos bajitos



Por: Jorge Luis Peña Reyes

Con la conferencia ¿Dónde están los Siboneyes? de Ernesto Carralero Bosch, culminó hace unas horas en Puerto Padre la sexta edición del Encuentro de crítica de Literatura para niños y jóvenes Esos Locos bajitos que trajo desde Santa Clara a la reconocida escritora  y editora Maylén Domínguez Mondeja (al centro).
Sobre los aborígenes en Cuba y su escaso tratamiento en la LIJ cubana se asumió desde la necesidad de ahondar y de construir historias que ayuden a un mejor conocimiento, un reflejo aterrizado en la contemporaneidad que no se limite solo a mencionar términos aruacos, sino que fabule y creen personajes a partir de su rica cosmogonía, deuda que tiene la literatura cubana con este ambiente nativo, fundacional también con la religión cristiana debido a un discurso político intolerante por varias décadas. 
El programa de este encuentro profundizó en las raíces de la identidad y cuestionó hasta dónde la literatura para  este público recibe a plenitud los valores autóctonos que defendemos y cuáles son los énfasis que debemos incluir en estos nuevos  tiempos. En un ambiente de amistad e interés reflexionamos en torno a conceptos de alteridad (otredad), marginalidad y enfoques de género. La tolerancia y aceptación suscitó un análisis sobre cómo acercarnos al tema de la homosexualidad  desde el realismo o desde la sugerencia y el respeto: exigencias de una sociedad que abre el diálogo y comienza a discutir de tú a tú con diferencias políticas sedimentadas por más de medio siglo. Tal vez la condición de insularidad nos ha mantenido desconectados de estos debates y ahora se nos hace urgente asumir la  identidad desde la construcción colectiva de anhelos y necesidades. Por otra parte la marginalidad es preciso verla desde un reclamo al discurso dominante y no solo como una consecuencia de las situaciones económicas reflejadas en la vivienda, el acceso a la información o rasgos discriminatorios que todavía persisten. Las lecturas compartidas dieron muestras de una riqueza estilística y temática en un contexto en que hay que imponerse a partir de un acercamiento todavía tímido de la concepción de mercado que las editoriales comienzan a tener. Esto fue parte del conversatorio sobre discurso editorial y canon que también guió Maylén y que provocó un amplio debate.  En la intensa jornada se analizaron tendencias y  personajes de Luis Cabrera Delgado, Enrique Pérez Díaz, Julio Llanes  y Eldis  Baratute entre otros,  quienes abordan estos temas desde un amplio abanico de formas y posibilidades.
Este encuentro rebasó las expectativas en cuanto a la aproximación a temas que no pueden esperar más por la reflexión atinada,  de acuerdo a los patrones colonizadores que invaden las nuevas realidades.
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24 abril 2015

Asignaturas pendientes de la literatura Cubana


Por: Jorge Luís Peña Reyes el 23 de Abril de 2015.




Con el inicio del Encuentro de crítica de literatura para niños y jóvenes hoy en Puerto Padre, se intensifica en autores del género, un deseo de confrontar criterios y miradas de aquellos temas que sin ser nuevos, exigen mirarlos desde una óptica más reflexiva, con el propósito no de sentar cátedras, sino de despojarnos de viejas maneras para asirnos a posibilidades que son parte de la sociedad cubana y que pueden interesar más allá de las fronteras nacionales.

En la búsqueda de nuestra identidad, tenemos que asumir que muchas son las deudas que los cubanos tenemos con determinados temas que no han sido debidamente apoyados o que por el contrario su abuso en la asunción de ellos  terminó por crear una especie de rechazo que todavía perdura y que son hoy marcas más  o menos visibles que nos permiten comprender  determinadas generaciones y examinar sus modos y tendencias. Ya lo dijo el dominicano más brillante de nuestras guerras emancipadoras Máximo Gómez Báez: el cubano cuando no llega se pasa.

Cuba es de los países latinoamericanos que menos aborda la cuestión de sus esencias aborígenes. No se trata, en mi opinión, del exterminio que algunos libros recalcan cuando dicen que ya en 1517 las poblaciones nativas habían desaparecido, sino de una orfandad del asunto desde lo académico y su pobre inserción en el  aspecto cultural, no así y por contraste lo relacionado a la africanía que nos hizo creer, gracias a la poderosa influencia de Fernando Ortiz, que todos teníamos de Congo o de Carabalí como resumiera con síntesis Nicolás Guillén. Yo nunca tuve contacto con las religiones africanas, con su música ni con sus bailes. Aunque parezca reduccionista no tengo por qué reflejar estas cuestiones en mi literatura, diría, como parte de mis inquietudes esenciales, aunque asumo esa herencia cultural a través de rasgos y contactos, que deben nutrir mi quehacer literario, alejado de esas modas y a la pobre imagen Cuba, de bodeguita del medio, que muestran a la mulata voluptuosa con su trapo amarillo en la cabeza, sus gangárreas y su correspondiente tabaco.

¿Qué puede encontrar el niño cubano sobre Hatuey, el primer mártir cubano? ¿Qué hay de sus behíques, de su religiosidad propia,  de  la riqueza de su lengua, de sus costumbres?

¿Cómo es posible  que las leyendas campesinas de los años cuarenta del siglo pasado, como atestiguan las de Fernando García Grave de Peralta, tuvieran presente toda esta cosmogonía y que medio siglo después pocos libros concatenen estos hechos para una comprensión mayor de nuestra nacionalidad?

Guanimiquinaje de Pedro Péglez, publicado en Ecuador y otros escasos títulos existen en un país y en un territorio que tiene sitios arqueológicos a flor de tierra, como es el caso de Socucho 1 y Socucho 2, cerca del sitio en el que desde el año 1937 se defiende como el lugar por donde llegó Colón.

Conviene estudiar todo ese universo  para que se convierta en una esencia nutricia y tal vez salga con toda su fuerza como pieza literaria o en un libro con toda esa belleza que nos estamos perdiendo. Pongo a disposición un texto de Fernando García Grave de Peralta de su libro inédito Leyendas campesinas, terminado en 1950:

Ocón, la tierra que siempre había existido, estaba rodeada de una absoluta sombra que la cubría completamente. Io la había sacado de la hoguera que conservaba  como recuerdo del principio de todas las cosas.

Y aquella tierra que estaba suave y caliente como la cera desleída por el  sol, cabía en el hueco de su mano, entonces  Io la tomó y trató de redondearla  a su antojo hasta que de su frente brotó un copioso sudor provocado por el trabajo y la  proximidad del fuego. El  agua  cayó  sobre sus ojos y le impedía  ver su obra, por eso con la otra mano escurrió  su frente, y esas son las aguas que hasta hoy salen de quienes trabajan, y que en aquel entonces  inundaron  abundantemente lo creado, subían y bajaban con furor por todas partes hasta  formar  una gran masa, pero en ellas no había vida.

Las aguas amenazaban con destruir lo hecho. Todavía estaban demasiado tiernas aquellas partes de Ocón que Io sacaba de sus manos. Muchas porciones se deshacían hasta desaparecer  en medio de las aguas enfurecidas. En otras partes se hicieron grandes cuencas donde las aguas no llegarían  jamás. Había que endurecer la tierra, sacar de ella la vida que se mueve.

Entonces Io con todo su poder, alzó su mano izquierda e hizo salir de ella  una inmensa ave blanca de grandes ojos que podía ver las extensiones a un lado y otro en medio de las tinieblas.

Como el ave no encontraba donde posarse porque la tierra todavía estaba blanda, voló sin cesar y el movimiento de sus alas produjo la brisa, los céfiros y los fuertes vientos que finalmente  secaron y enfriaron la tierra. Por eso el ave  mereció de Io el privilegio de hacer su vida en medio de la densa oscuridad y de observar todo lo que existe en el mundo.

Sin duda el tema aborigen en nuestra literatura para niños es una de las asignaturas pendientes en su abordaje.
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21 abril 2015

Los niños



Los niños


Jorge Luis Peña Reyes


Qué son los niños, sino el terrible encanto de la vida, la manera abreviada del hombre pleno en su estado cristalino e indefenso.
Qué somos nosotros, sino ese error de sujetarnos a normas que establecieron otros y que ni siquiera a veces entendemos.
En la mirada de un niño vive la más grande lección de veracidad.
En nosotros, permanece la pretensión cotidiana de vaciarnos de malas conductas que como guisazos se nos pegaron en el camino y que conviene arrancarnos de una vez si queremos mostrarles el sendero.
Cuando les vemos jugar al maestro con sus muñecos imaginarios y reales, no podemos más que avergonzarnos al escuchar proferir los más comunes regaños nacidos bajo una lógica tan elemental como risible.
Entonces tal vez sean ellos los maestros, quienes nos enseñan a ser fuertes y alegres a la vez, ellos que no se concentran en lo superfluo y que buscan con más entrega donde nosotros solo hallamos fatiga, por eso los niños serán una amenaza inminente para los acartonados, para los truculentos.
Una amenaza que nos incluye cuando vivimos dos vidas al mismo tiempo bajo el deseo de aparentar por encima de ser. Ellos son la unidad que regresa al hombre en su vejez, acaso nada más parecido a un niño que un anciano. Vive en ellos la misma protesta contra lo que no es útil.
Nadie repare en su lógica, en sus limitaciones para entender el mundo, ellos escrutan con más profundidad que los filósofos, de ahí sus hondas preguntas para los que rara vez tenemos respuestas.
Gigante oficio este de tratar con gentecilla tan audaz, tan soberanamente libre, tan sensible y perdonadora, tan herida, tan puente entre lo que son y añoramos ser al contemplarlos.


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18 abril 2015






Por: Jorge Luís Peña Reyes

La gran mayoría de los colegios privados dirigidos por religiosos eran católicos y fueron los de mayor influencia en la sociedad desde el período de la primera intervención estadounidense en 1899.

La introducción en Cuba de colegios evangélicos – protestantes - y de otras denominaciones y tendencias, fue muy cercana a esta fecha.

En esa etapa se propició la presencia de misiones sostenidas por distintas iglesias como la Bautista, Metodista, Episcopal, Presbiteriana y la de Los Cuáqueros que constituyen las obras del protestantismo histórico en Cuba.

El colegio Wilmington es el punto inicial de la enseñanza privada en Puerto Padre en el año 1903 con el arribo de la misionera Emma Phillips de Martínez y su esposo mexicano Juan Francisco Martínez, quienes entraron a Cuba el 14 de noviembre de 1900 por el puerto de Gibara en el vapor Olinda, como parte del grupo conformado por cinco misioneros que fundaron La Iglesia de Los Amigos Cuáqueros en la Isla.

La enseñanza era parte de la visión de la Iglesia de acuerdo a la situación tan difícil que existía en el campo de la instrucción pública, que registraba en aquel entonces a Don Pedro Cheda, quien ejercía el magisterio desde 1898.

Por eso la idea de iniciar la obra de un colegio  el 3 de Enero de 1904 prendió muy rápido entre los vecinos de la localidad y con un servicio religioso el 11 de Enero, abrieron las puertas a la enseñanza con una matrícula de18 alumnos, en  6 meses tenían 56 alumnos registrados. Aun cuando el incipiente colegio no tenía  inmueble y comenzaba funcionar en la casa de Don Lorenzo Queral, sita una casa en la calle Dos Ríos, hoy calles Jesús Menéndez, esquina a Martí.

La primera alumna matriculada según consta en las actas fue la niña Matilde Queral.

No fue hasta el año 1908 que estuvo terminado el edificio del colegio Wilmington entre las hoy céntricas avenidas Máximo Gómez y Libertad.

Su vocación de maestra hizo a Emma Phillips fundar el colegio de Gibara, luego Puerto Padre, Velazco y Holguín, instituciones que permanecieron ofreciendo servicios a los cubanos por parte de la iglesia hasta que ocurrió la nacionalización de estas instituciones educativas religiosas en 1963.
Ramón González Longoria en su monografía sobre el tema, declara que: “En Enero de 1901 Emma organizó la escuela en Gibara junto con María Treviño, siendo ellas las primeras maestras. Comenzó su evangelización visitando los hogares con muy buen resultado y trabajó en la obra comenzada en la vecindad de Pueblo Nuevo, un área en las afueras de la ciudad donde fueron reconcentrados muchas personas durante la guerra de los cubanos contra la colonia española”.

Eva Terrel de la Junta Anual de Wilmington se une a la obra el 5 de Enero de 1904 como maestra experimentada y amante del trabajo misionero, quien después de estudiar español con J. Francisco, se encargó junto al él de la escuela diaria dejando a Mrs. Martínez la oportunidad de dedicar mucho de su tiempo a la labor evangelizadora.

Tener edificios propios y no depender de rentas fue en aquel inicio una gran preocupación y no fue hasta  1905 que Zenas L. Martin, en nombre de la Junta Anual de Wilmington, compra los terrenos para la construcción de una escuela, casa pastoral y un templo. Los dos primeros se inaugurarían a principios de 1908, denominándose el colegio “Wilmington” en honor a la Junta que ayudó y financió su construcción.

Aunque la enseñanza privada llegó a constituir un negocio lucrativo, porque estaba vinculado a la industria de la enseñanza, la venta de libros de texto, efectos de escritorio, medios didácticos, uniformes y zapatos hasta implementos deportivos, el Colegio Wilmington en Puerto Padre  fue asumido como parte de la obra evangelizadora y nunca constituyó efectivo sostén de su pequeño claustro que se mantuvo  fiel a su vocación religiosa más que a su realización profesional.


Los salarios de los maestros dependían de las matrículas y del aporte de juntas misioneras que no siempre pudieron mantener con estabilidad sus ayudas.

Los documentos demuestran que el pastor  y director del colegio Wilmington Juan Sierra, luego de la muerte de Emma en 1946, solicitaba a la iglesia con frecuencia ofrendas para comprar parte del mobiliario y hasta solicitó préstamos para estos fines a los bancos de la época.

La familia de Mercedes Puig de Casado realizó los donativos principales para la construcción en 1947 del ala constituida por tres aulas que hoy ocupan oficinas de la Dirección Municipal de Educación.

La vida de Emma nunca se desligó a la obra educativa y a pesar de las penurias por las dificultades económicas, su decisión de permanecer en Cuba con el discreto sostén de la iglesia y el colegio era muy firme.

Enma le escribió al Board de misiones* el 7 de diciembre de 1921 (ocho años antes había quedado viuda y sin ningún lazo sanguíneo en Cuba):

“A pesar de mi edad, (61 años) mi decisión está hecha, si la iglesia madre me falla, Dios no me fallará. El trabajo de mi vida continuará entre las personas a quienes él me ha enviado, yo estoy confiada en que el Señor me dará fortaleza física en estos tiempos de incertidumbre, tal que venga lo que pueda venir, me será posible seguir adelante en su causa, sin ayuda financiera si esto fuera necesario.”
Hacia el año 1925 resultaba imposible que el Board* continuara enviando dinero a Cuba y ante esta situación su posición no se hizo esperar y así le escribió al secretario del Board:

"...puedes borrarme de la lista de pago... El Señor proveerá y continuaré con el trabajo en Puerto Padre”.

La infatigable maestra Emma Phillips de Martínez murió en mayo de 1946 y Puerto Padre declaró ese día de duelo por la separación definitiva de una de las más consagradas misioneras norteamericanas con que contó nuestro país.

Cuentan que aquejada de un malestar tuvo que abandonar el aula para descansar en su casa a pocos metros del colegio, allí falleció por causa de un ataque cardíaco.

El Dr. Francisco Rodríguez dictaminó como causa directa de su muerte “arteriosclerosis” e indirecta, “caquexia”.

El pastor  Ramón González-Longoria termina su monografía de la siguiente manera:

“Fue amada en la vida y amada en la muerte; el agradecido gobierno municipal decretó un día de luto; se suspendió el concierto en el parque aquella noche y un mitin político; se cerró el cine y se canceló una fiesta popular programada. Al otro día las escuelas públicas y privadas suspendieron sus clases para unirse a toda la población de hombres, mujeres y niños que acompañaron el cortejo fúnebre a las once de la mañana al cementerio Municipal de Puerto Padre”.

El Semanario Sábado publicó el 16 de mayo de 1950 la siguiente crónica, de la cual se extrae un fragmento:

 El nombre de esta abnegada educadora quedará grabado para la posterioridad en una tarja que el colegio Wilmington, del cual fuera directora y maestra por muchos años, se pondrá en el frente de la escuela Primaria Superior que están terminando de construir y que también llevará el nombre simbólico de Emma Phillips Martínez.

Sin dudas la enseñanza en Puerto Padre tiene dos pilares fundacionales: El Colegio Wilmington y la vida de la misionera Emma Philip de Martínez.


*Fue la Junta misionera, organismo precursor de FUM, que sostuvo económicamente  a los obreros en Cuba desde principios del siglo 20.

Fuentes:

Monografía: Colegios privados existentes en Cuba antes de 1959en

www.http://taniaquintero.blogspot.com

Semanario Sábado

Monografía sobre la Enseñanza privada en Puerto Padre de Ramón González- Longoria Escalona

Diario de Emma Philip de Martínez.

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17 abril 2015

Juan Pablo Torres: De las raíces a la estrella

Entrevista de Jorge Luis Peña Reyes a su hijo Daniel Torres Torres

El 17 de abril del 2005, hace diez años, en el hospital de Coral Gables, en Lo Florida se apagó uno de los más grandes músicos cubanos de todos los tiempos, Juan Pablo Torres Valladares.
Críticos de la talla del musicólogo cubano  Leonardo Acosta lo considera el mayor trombonista que dio la Isla. Fue director musical y de orquesta y tan concentrado vivía en la música que nada pudo contra su carrera, siempre en ascenso. Pese a su decisión de radicarse en Los Estados Unidos en 1992 junto a su esposa Elsa Lazo, su apuesta por el son y el apego a las raíces criollas le hizo un defensor a ultranza de la música cubana que para él tenía todo lo que necesitaba como para no salirse nunca de su patria interior, a la que siempre le fue fiel.

Este diálogo lo arreglé con su hijo Daniel Torres Torres, que vive en Italia y comparte como otros de sus hermanos la pasión por la música. Es también trombonista y fue parte de su grupo. Actualmente trabaja en un disco de homenaje a Juan Pablo. Es músico autodidacta: toca piano, bajo, percusión, es director, productor, arreglista  y compositor.

JLP(periodista)Con Estrellas del Areíto, un agregado estético de mayores dimensiones que el Buenavista Social Club y casi 20 años antes, Juan Pablo Torres supo desde su condición de director musical seleccionar la más grande descarga de música cubana de todos los tiempos. Varias experiencias musicales similares fuera de Cuba demuestran que fue éste su gran aporte a las raíces cubanas. Si analizamos que en el Buena Vista Social Club reúne  muchos de los ya escogidos. ¿Puede decirse que Juan Pablo es el verdadero creador del Buena Vista Social en el 1996 o existen razones más directas?



DTT Daniel Torres Torres: Sí, tengo un disco donde entrevistan a Rubén González y él  lo confirma diciendo que mi papá es el verdadero creador del proyecto Buena vista Social Club por el antecedente que significó Estrellas del Areíto. Recuerdo que mi papá desde el  año 78 y hasta el último día que vivió en Cuba fue siempre uno de los principales productores y  directores musicales de la EGREM. Por su concepto y confianza en nuestra música tuvo la  gran visión al dejar plasmadas con Estrellas del Areíto las raíces más auténticas de la música nuestra. Siempre estuvo consciente de lo que quería y lo defendió hasta sus últimos días creando en Miami Los Originales, un proyecto que tenía el mismo sentido: reunir a todos esos talentos de la música cubana.
Mi papá fue por muchos años y hasta el día en que decidió emigrar el presidente de la comisión de evaluación musical a nivel nacional, todo esto hacía además de atender su grupo, en el que desarrolló su propia música y estilo que llamó Super Son. Tengo el orgullo de haber estado presente pienso en un 80 % de esas grabaciones porque siendo un niño todavía, me llevaba a esos estudios donde vi pasar a casi todos esos cantantes y músicos del Buena Vista, claro eran tiempos en el que el comercio estaba crudamente cerrado, pero él continuó desarrollando sus ideas y logró realizar muchos discos, siempre con el sello estilístico de Estrellas de Areíto.


JLP: Según tu apreciación cuáles fueron las razones por las que Juan Pablo decidió quedarse en España en 1992 y luego pasar a Los Estados Unidos?

 DTT: Mi papá me contó que estando en España tuvo problemas con el empresario que los atendía por cuestiones de pago según pautaba el contrato. Él acudió a la embajada cubana y allí les dijeron que ellos no tenían que ver con eso, se sintió tan ofendido de no tener un amparo por parte de la representación de su país que decidió quedarse a desarrollar sus ideas fuera de Cuba sin abandonar el camino.

JLP ¿Cuántas visitas realizó Juan Pablo a Cuba, crees que esto de regresar  a grabar con músicos de un lado y otro, afectó su amistad con Paquito D' Rivera?

DTT: Mi papá aún cuando había muchas restricciones para viajar a Cuba siempre buscó la forma de ir y lo consiguió todas las veces, hasta por terceros países, viajó muchas veces, siempre por motivos de trabajo y sobre todo por ese fuerte ligamen con su tierra.
La relación con Paquito se afectó porque Paquito no entendía por qué  para hacer su trabajo tenía que viajar a Cuba, como no entendía  esa fijación de mi papá con el son y las tradiciones de su tierra, según él debía ser más jazzista, creo que sus conceptos los mezclaba con la política, de hecho Paquito nunca más visitó Cuba, sin embargo unos de los mejores discos de mi papá como instrumentista es Trombone Man que grabaron juntos donde mi papá demostró ser un genio en cualquier género, demostró su capacidad de improvisación e inspiración como un jazzista y para más; un jazzista con  influencias propias, yo lo viví en privado. En la casa una vez le pedí que improvisara un solo de jazz, recuerdo que me dijo coge la guitarra y él tomó  un friscornio, un instrumento parecido a la trompeta, pero un poco más ancho, bueno yo me quedé asombrado porque ese no era su instrumento y además exigía otra técnica, improvisó como un americano y le dije: papi por qué no improvisas así en público y me respondió que eso era fácil, que no lo haría nunca, él tenia su estilo y modo muy personal de expresarse  y así fue siempre, allí quedó plasmado y demostró en ese disco ser un músico completo.
Y además creo que la respuesta a Paquito quedó clara: un buen músico lo es lo mismo tocando música china que india. Y ellos o sea desde Chucho Valdés, Paquito, todos los músicos en el inicio de Iraquere y tantos otros, salieron de la misma escuela e hicieron su primer trabajo juntos un viernes 12 de mayo de 1967 donde la Orquesta Cubana de música moderna dio su primer concierto en el teatro Amadeo Roldán de La Habana, dirigido por Armando Romeu, solo que después cada uno tomó su camino, la mayoría fue para Iraquere, mi papá, decidió hacer su grupo y su música.

JLP:¿Quiénes ayudaron a Juan Pablo y bajo qué circunstancias lo apoyaron en Los Estados Unidos?

DTT: Sobre este tema de la ayuda en Estados Unidos realmente no tengo muchos detalles, pero sé que desde su llegada muchas personalidades de la música conociendo de quién se trataba, por su historia y todo su trabajo no le fue difícil incorporarse, sé que uno de ellos fue Andy Garcia, Cachao, Juanito Márquez, Sandoval, Paquito y tantos otros. Mi papá llegando allá era un producto realizado y conocido, lo que sí nunca utilizó la política para salir, no recuerdo  una entrevista que hablaran mal de Cuba o del sistema, siempre se hablaba de música.

JLP:¿De su amplia discografía, cuáles son a tu parecer los momentos más descollantes?

DTT: Los momentos más descollantes en su discografía pienso que son después de vivir en Estados Unidos, quizás por el cambio de tecnología y calidad y también por la exigencia de los últimos tiempos, grabó un disco con Steve Turre, trombonista americano, muy bueno, el mismo Trombone Man con Paquito y el último que grabó llamado Identidad, un cuarteto buenísimo.

JLP:¿Ese empeño de ayudar a otros a sacar lo mejor de sí, fue un sello que caracterizó a Juan Pablo, tanto en Cuba como en el extranjero, crees que la vida le retribuyó de la misma forma?

DTT: Si fue un sello y una característica suya. Por su experiencia de productor identificaba siempre lo auténtico y trataba de sacarlo adelante. La vida no lo retribuyó de la misma forma en lo absoluto, vivió arduamente para la música y solo disfrutaba de la satisfacción de cada trabajo concluido, solo su empeño lo ayudó y de hecho en sus mejores momentos la vida lo traicionó, recuerdo que ya estando enfermo sin poder hablar en un hospital de Miami,  logró gritar: ¿Por qué, si yo no le he hecho daño a nadie? fue un golpe muy duro y también sufrió, por sentir en su casa a Generoso con 84 años sonando el trombón, mientras él se veía en una cama sin poder moverse con tan solo 58 años.

JLP: Juan Pablo creó su propio método para hacer con el trombón lo que pocos lograron ¿en qué consistía este virtuosismo?

DTT: Este virtuosismo consistía además de sus condiciones musicales naturales, en su interés y voluntad de estudiar y conocer el trombón profundamente, mi papá estudiaba siempre, aún cuando no podía andaba con la boquilla y estudiaba con ella, este empeño le dio la posibilidad de descubrir tantas novedades y de ahí elaboró un método exclusivo para trombón y hasta un instrumento creó para medir la presión del aire y controlar el volumen del sonido y con menos esfuerzo lograr un sonido mayor, este instrumento como el método estaban al ser patentado en Estados Unidos, no sé si al final se logró.


JLP: Algunos periodistas afirman que Juan Pablo tenía cómo ídolo a Generoso Jiménez, “El Togo”, ¿crees que de él le viene la tendencia de defender sobre todo el son?

DTT: Bueno, realmente los primeros conocimientos de trombonista lo tuvo de Generoso o sea el primer trombonista en Cuba que en aquellos tiempos escuchó,no creo fuera su ídolo solo que él siempre tuvo una gran conciencia de la época y por las condiciones con que nació para la música, en específico, para ese instrumento, sabía que podía desarrollarse más de lo que hacía Generoso, sin dejar de reconocer lo que Generoso había logrado,Benny Moré escuchó a mi papá y lo quería llevar con él, pero Benny poco después murió,mi papá siempre fue como nació: una persona humilde, muy apegado a sus raíces, a Puerto Padre y a la yuca con mojo como decía, su tendencia no fue  solo al son, también a la guajira, él se desarrolló sin escuchar músicos extranjeros, siempre buscando nuevas sonoridades, pero como base el son y nuestra música porque es muy  rica en variedades y sentidos y aquí vuelvo a lo de Estrellas del Areíto, aún después de tantos años viviendo en Estados Unidos le hizo el disco a Generoso, nominado a un Grammy Latino, puedes ver que nunca abandonó sus ideas ni sus  raíces.




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27 marzo 2015

Vientos de la Feria del Libro en Puerto Padre


Por: Jorge Luís Peña Reyes el 26 de Marzo de 2015.


Leer cobra por estos días el mayor desafío para los públicos de toda Cuba, ya que la Feria del libro transita por la última etapa en su periplo desde que iniciara el mes de febrero en la fortaleza militar habanera Morro Cabaña.

Del primero al cinco de abril transcurrirá en Las Tunas y Puerto Padre esta celebración; para ello los almacenes de las librerías Ismaelillo y Curro Barrera de La Villa Azul cuentan con una discreta provisión que incluye los dos tomos del Diccionario básico escolar, la guía oficial de Beisbol, La Edad de Oro de José Martí y atractivos títulos para niños y jóvenes, aunque con pocos ejemplares, procedentes de las casas editoras: Oriente, Gente Nueva, Letras cubanas y Sanlope.

Aunque esta celebración seguirá honrando a la cultura de la nación india, al investigador de la música cubana Leonardo Acosta y a la historiadora Olga Portuondo; en Puerto Padre la Feria se dedicará al escritor Ernesto Carralero Bosch, historiador de la Ciudad que tiene en su quehacer dieciséis libros tanto de investigación histórica como de crónicas, novela y literatura para niños.

Ernesto Carralero es fundador de los talleres literarios de Chaparra en 1973 y Carlos Enríquez, en Puerto Padre, y es uno de los autores más importantes no solo como asesor literario, promotor y defensor de la cultura local, sino como estímulo y permanente consulta para los que se inician en las letras del territorio, además de haber sido presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) desde su fundación en 1987 hasta 2003. Es hoy vicepresidente de esta vanguardia artística.

El movimiento literario puertopadrense acumula más de ciento cincuenta títulos en todos los géneros literarios tanto de escritores que permanecen radicados en la localidad como de aquellos que viven lejos de Puerto Padre y que han tenido logros notables como Pablo Armando Fernández, Ernesto Santana, Waldo González, Rafael Carralero, Floirán González, entre otros.

Las Ferias en los municipios de interior del país, pese a todos los esfuerzos que se realizan, no logran a juzgar por la situación en Puerto Padre, la brillantez que tuvo en el período 2003- 2006, tiempos en que contaba con mayor confrontación de autores visitantes y durante las cuales el hecho cultural era más extenso e incluía galas, sesiones teóricas y tertulias en apoyo a la comercialización de textos y promoción de autores.

Hasta la fecha la cantidad de ejemplares enviados no satisface la demanda de los lectores puertopadrenses para los tres días previstos, y aunque hay una muestra representativa de los principales títulos de esta celebración nacional, los mecanismos de entrega desde el nivel nacional no son todo lo eficaces en comparación con el período mencionado y la distribución provincial no es del todo equitativa para un municipio que destaca en el país por ser pionero de esta celebración en mayo de 1953 y por tener uno de los más robustos públicos lectores de Cuba. Esperamos que durante la celebración continúe el abasto de libros para su comercialización.

La Feria en Puerto Padre espera recibir invitados foráneos de la talla de Yanelis Encinosa coordinadora de la Revista Annios y presidenta de literatura de la Asociación Nacional Hermanos Saíz , junto a una delegación de escritores provenientes de Las Tunas, quienes compartirán el programa con los del patio, precisó Yoannis Martínez Gómez coordinadora de esta fiesta del libro en Puerto Padre.
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20 marzo 2015

Para qué sirve la poesía?



Por: Jorge Luís Peña Reyes

La poesía es el acto de desnudar la palabra de todo ropaje soez. Es convertir el vocablo en universo, repartirlo y extenderlo más allá de la gramática habitual.

Las palabras se dañan con la rusticidad de lo cotidiano, quedan restringidas a la utilidad de definir y convocar. Solo la poesía es capaz de dinamitar su estrechez e incorporarle las alas con que nacieron en aquel primer deslumbramiento del hombre, cuando era preciso nombrar lo tangible y lo inmaterial. Si esa arquitectura que es el poema no existiera, entonces la música se bastaría para recordarle a la humanidad su capacidad de inquietarse ante el hecho creativo. Así, la poesía  incluye ese componente armónico y vital para la danza de los cuerpos con su  cadencia genésica ya olvidada, y el baile: su hijo menor, es cada día más rápido y menos sensual.

La poesía ha perdido el atractivo en un mundo de mercado porque el hombre moderno evita sensibilizarse, hacerse débil, enfrentarse cara a cara con su alma y evade cualquier instante para dialogar en su vacío, por eso prefiere del cine, el golpe inesperado, la sordidez de las historias de suspenso, la ilación de una conducta ajena que exprese su libertad en expansión.

No así la poesía que  exige  entrega, creación conjunta con el poeta, intimidad y sobre todo le pide una cuota de honestidad para hacer posible el diálogo.

Queda la poesía a veces limitada al cortejo, al interés por conquistar al semejante y es ahí cuando el ser humano que casi nunca intenta expresar su singular debilidad, pide prestado al poeta aquel trozo de  vida,  válido para retratar el conflicto propio del autor y eficaz para servir  con el mismo propósito e intensidad a generaciones sucesivas.

Cuando se logra la posesión, la poesía deja de ser ese instrumento que valió para la  conquista y se enmohece en el librero o en el ejercicio diario, pese a su utilidad de inquietar el espíritu. 

No ha podido el ser  humano descubrir que la propaganda se vale de ella, para reducirlo a un animal que consume sin equilibrios, como si la humanidad hubiera involucionado a una etapa inferior, hasta convertirse en una maquinaria voraz que necesita constantemente despojarse de su condición solidaria.

La poesía no es una novia plagada de remilgos, es un extraño animal de fuerza propia que si le saben besar produce cánticos, que si le saben espolear genera ansias.

La poesía  saja, resucita, hunde, anima, escruta, devuelve, posee, porque tal es su naturaleza mística.

El poeta que en otro tiempo gobernaba por su virtuosismo, por traer ante el auditorio la belleza de la creación y el vuelo de la palabra, ahora es un animal solitario que construye desde una experiencia subversiva, con la fe de que alguien comprenda su no pertenencia a estos tiempos. Y le perdone o lo estime.
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El Octosílabo de fiesta



Por: Jorge Luis Peña Reyes

Una de las instituciones culturales de mayor relevancia en Puerto Padre es sin dudas el Grupo Iberoamericano Amigos de la Décima Espinel Cucalambé, fundado el 26 de febrero de 1993 por un conjunto de creadores, en la casa de la escritora Reina Esperanza Cruz Hernández y liderado todavía por el poeta Renael González Batista, bajo la sola condición de  reconocer la décima, admirarla y cultivarla  en sus múltiples  variantes.
Así surgió el heterogéneo grupo que incluyó a literatos, repentistas, músicos, pintores y hasta admiradores de la estrofa nacional.
Pronto, el grupo adquirió dimensiones internacionales al incluir en sus filas representantes de un grupo de países de habla hispana y gracias a la gestión permanente de Renael González, gestor del Concurso Villa Azul, que convocado en una ocasión a nivel internacional tuvo excelente acogida en Cuba y el extranjero.
Luego vendría la sostenida correspondencia con un grupo de poetas que prestigiaron con su membresía la asociación.
El Indio Naborí, Pedro Péglez, Luis Rodríguez Almaguer(El Chino Velazqueño).
Alrededor de 80 integrantes conforman la nómina actual, con presencia  de autores de casi todas las provincias del país y de naciones como México, España, Chile, los Estados Unidos, Perú y Colombia.
Muchos otros importantes poetas tuvieron intenso diálogo con el grupo Espinel Cucalambé que entre otros valores incluye  a Renael González, considerado por especialistas, uno de los autores  más notables  del entramado poético nacional y sobre todo desde su apuesta por la décima, donde realizó y realiza sus mayores aportes.
Desde su libro Sobre la tela del viento, premiado con el Heredia en 1973, su obra decimística trascendió el paisajismo de esos años para convertirse en depósito de otras inquietudes temáticas.

Su poema Tu mirada fe musicalizada en la dácada del 70  por su sobrino José Antonio  Rodríguez González cuando era el cantante principal del grupo Moncada y es a mi juicio   la estrofa octosilábica romántica más popular de la cancionística cubana, tanto dentro como fuera del país.
De ahí su sacerdocio por fomentar en las generaciones más jóvenes el amor por la estrofa nacional. 
Bajo su sombra aparecieron los más diversos proyectos y es indiscutible que la mayor beneficiada fue la espinela, las tradicionales Jornadas Cucalambeanas, y la cultura puertopadrense debido al aporte de sus autores.
Hoy es rarísimo en Puerto Padre que surjan poetas cuyo primer contacto  no haya sido el molde cucalambeano.
Además de su valor intrínseco de cubanía, la estructura octosilábica, le aporta a los noveles herramientas literarias imprescindibles como la economía de recursos y la experiencia de ceñirse a universos limitados para desde allí elaborar un discurso coherente y novedoso.
Existe un conjunto de publicaciones de índole promocional, así como  libros y antologías que evidencian el desarrollo de los villazulinos en el cultivo de la estrofa de los diez versos. 
Como institución cultural El Grupo Iberoamericano Amigos de la Décima Espinel Cucalambé merece por sus resultados la adecuada atención y apoyo para continuar y fortalecer la labor comunitaria que constituye hoy el corazón mismo de este conglomerado creativo. A esta altura ya debía contar con una sede social que logre desde una mejor organización y autonomía  mayor proyección en su gestión de promover la cultura desde esta humilde guajira instalada por derecho propio en las más exigentes plazas de la realeza literaria internacional.

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19 febrero 2015

Carta abierta Luis Ernesto Ruíz Martínez.

Carta abierta Luis Ernesto Ruíz Martínez.

                                                                    18 de febrero de 2015

Profesor de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "José de la Luz y Caballero, Holguín por su texto La #USAID sigue metiendo “sus agentes” en #Cuba publicado el 13 de febrero del corriente en su blog Visión desde Cuba.

Amigo, a pesar de que el blog no es un medio oficial, exige en los complejos tiempos que corren de mucha responsabilidad y más cuando quien escribe es un profesional de la educación cubana y  alude a personas e instituciones que usted no conoce, ni su historia ni su prestigio internacional, o al menos no quiere reconocer.
Lamentamos mucho la ligereza para publicar y emitir juicios sin basamentos. Queremos creer que no hay malas intenciones ni trastiendas en su artículo lleno de imprecisiones y falsedad . Vemos que es un profesional responsabilizado de la educación y, como tal, debe ser más cuidadoso a la hora de juzgar cuestiones tan ajenas a su universo.
Por honestidad profesional debe comprobar y rectificar  lo afirmado luego de nuestra respuesta.
Venga y vea. Nuestros archivos están abiertos para usted y para cualquiera que lo desee. No tenemos nada oculto, nuestros asuntos se consideran a la luz pública. Los Cuáqueros o Amigos nos caracterizamos por ser "hijos e hijas de la LUZ y de la VERDAD" y todo lo que hacemos son obras del día, para que todos pueden ver; y no de la noche, donde se maquinan las maldades y las falacias.

Nuestros 115 años de vida en Cuba y los 363 de fundada nuestra Iglesia en el mundo, dan fe con acciones, no solo con palabras, de la veracidad de nuestros testimonios de Igualdad, Sencillez, Servicio, construcción  de Paz por medios no violentos e Integridad, que incluye Honestidad y Veracidad siguiendo lo que nos enseñara nuestro Señor Jesucristo: que vuestro sí sea sí y vuestro no sea no, porque lo que es más de esto, de mal procede.

Uno de los primeros errores en el que incurre es cuando escucha los comentarios de amigos de Gibara y los toma como fuente principal, dice usted: es que después de permanecer relativamente “en calma” comenzaron a llegar, desde finales de diciembre, varios “instructores” procedentes del exterior, casualmente cuando se anunció la posibilidad de que Cuba y Estados Unidos restablecieran relaciones diplomáticas.
Este encuentro que transcurrió en el mes de enero es el número ocho   después de su inauguración oficial en 2013. De todas estas etapas tienen conocimientos las autoridades políticas del territorio, la provincia y los funcionarios de la oficina de asuntos religiosos del Consejo de Estado quienes participaron en la inauguración del mismo y en talleres preparatorios, del cual consta la foto publicada en   noviembre de 2013 y que utilizaron usted y el señor Alberto Viamontes, de cuyo artículo extrae sus sospechas infundadas.
El Instituto Cuáquero Cubano de paz se comenzó a fomentar en el 2010, fue un sueño de la iglesia que había fomentado en pleno período especial el Seminario El buen Pastor con similares propósitos formativos y que por condiciones de transporte, carencia de suficientes profesores   y de finanzas no pudo sostenerse por mucho tiempo.
El proyecto actual es netamente cubano, ya desde la década del 20 del pasado siglo; queríamos formar a nuestros líderes aquí y no en el extranjero necesariamente.
Reitero: gestado por nosotros y como aprendimos de la visión de nuestros primeros misioneros en Cuba en 1900, queremos que nuestros profesores sean cubanos y que podamos auto-sostenernos en un futuro no muy lejano, pero siempre abiertos a la cooperación y a la superación con nuestros hermanos y hermanas de otros países y del nuestro.
Tres años transcurrieron mediante talleres y encuentros   con ayuda metodológica de varios profesionales para que el Instituto Cuáquero Cubano de PAZ, ICCP respondiera a necesidades no solo nuestras, sino de otras regiones, iglesias e incluso de personas no cristianas.
Los profesores que participan en nuestros encuentros (que son ahora tres veces al año y cuatro en el primer año) fueron seleccionados con sus respectivos cursos desde el 2012 cuando se hizo el currículo como le podemos mostrar si tiene interés y busca la verdad. No solo eso, si lo desea puede ver todas nuestras finanzas. Los contenidos íntegros de los cursos impartidos por los profesores; están disponibles para los que se interesen, así podrán conocernos mejor y saber que nos esforzamos en vivir una vida plena, un evangelio vivo porque como debe saber "instruir  puede cualquiera; educar, solo quien sea un evangelio vivo"
La iglesia que representamos tiene una larga tradición en la lucha por la paz y la resolución de conflictos y así se reconoció con el premio Nobel de la paz en 1947.
En otro fragmento usted dice: Hoy se conoce que buena parte de los fondos entregados para su creación fueron entregados por Jorge Laffite.Es muy poco responsable y una ignorancia de su parte vincularnos a la USAID a partir de Jorge Laffite, quien nos apoyó metodológicamente porque en el momento de la consolidación del Instituto era el personal encargado del AFSC, Comité de Servicio de Amigos Americanos, para la región latinoamericana.
Los lugares donde hemos gestionado fondos han sido organizaciones cuáqueras en el Reino Unido, pero lamentablemente no ha habido la respuesta esperada y hemos dependido de donativos de iglesias locales y nacionales de nuestra denominación   en EE.UU. y otros países. La mayoría de nuestros fondos provienen de nuestra propia organización cuáquera: La Junta Anual de la Iglesia de los Amigos (cuáqueros) en Cuba. Como el ICCP es una organización de ella, lo ha sostenido por tres años y esperamos que pueda seguir haciéndolo.

Todos los donativos, que no han sido muy cuantiosos, aunque sí importantes por los gestos de hermandad que rebasan un siglo de existencia, pueden verificarse en nuestros documentos   porque todo lo   hacemos con la más absoluta transparencia. Le aseguramos que ningún financiamiento provino de Jorge Laffite, a quien le agradecemos su imprescindible asistencia.
Es muy poco atinado dejar en entredicho una Iglesia y un Instituto que pretende servir a la sociedad cubana y latinoamericana para ayudar en el tema de la paz, y menos cuando no existe en más de un siglo de ministerio y compromiso en Cuba, un solo suceso que nos comprometa con asuntos políticos contrarios a nuestras convicciones esenciales.

Sin más, Consejo Directivo del Instituto Cuáquero Cubano de Paz.  
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